Laico proviene del griego ‘laikós’ y surge a partir del concepto de laicismo que representa la autonomía de cualquier actividad humana.
Laico es aquello que puede desarrollarse bajo sus propias reglas, sin la interferencia de ideas o ideales ajenos.
El concepto de laicidad en el campo de la filosofía es universal, pero fuera de ella se utiliza para designar a la autonomía de un país frente a cualquier religión.
El significado de Estado Laico es, por tanto, el Estado que no está sometido a las reglas de ninguna religión.
Un país o una nación se puede considerar laico cuando tiene una posición neutral en el campo religioso. Esto significa que las decisiones de gobierno se pueden hacer sin la influencia de la clase religiosa.
Un Estado laico se caracteriza por el respeto a todas las formas de expresión religiosa; el país no apoya ni se opone ninguna religión; todas las expresiones religiosas se tratan con igualdad y garantiza a los ciudadanos ejercer libremente su religión a seguir. La condición de igualdad entre las religiones no implica favorecer a personas o grupos asociados ninguna religión.
El Estado laico debe actuar para garantizar a los ciudadanos la libertad no sólo religiosa, sino también la libertad filosófica. También está garantizada por el Estado Laico el derecho a no profesar ninguna religión (ateísmo y agnosticismo).
Estado laico y Estado Ateo
El Estado Laico es aquel donde las decisiones políticas no reciben ninguna influencia de la religión, lo que no significa que las religiones deban ser eliminadas, al contrario: Estado laico es precisamente la nación que respeta todas las religiones.
Ya el Estado Ateo es aquel en el que están prohibidas las prácticas religiosas.
Estado Teocrático
A diferencia del Estado Laico no está el Estado Ateo y, sí, el Estado Teocrático. En las teocracias las decisiones políticas y jurídicas pasan por las reglas de la religión oficial adoptada.
En los países teocráticos, la religión puede ejercer directamente el poder político, cuando los miembros del clero tienen cargos públicos, o de forma indirecta, cuando las decisiones de los gobernantes y jueces (no religiosos) son controladas por el clero o bajo la influencia religiosa.
Los principales Estados teocráticos de la actualidad son:
- Irán (religión islamica);
- Israel (religión judía);
- Vaticano (país anfitrión de la Iglesia Católica).
Estado Laico y Estado Confesional
El Estado Confesional es uno en el que hay una o más religiones oficializadas por el gobierno. Hay influencia religiosa en las decisiones del Estado, pero el poder político es mayor.
El Estado Confesional puede dirigir los recursos y acciones que favorezcan la religión oficial.
En cuanto a la tolerancia hacia otras religiones, no hay una regla fija. El Estado confesional puede prohibir o bien aceptar otras religiones.
Estado Laico – Revolución Francesa
Francia se designa la madre de la laicidad (no en la filosofía, sino más bien como un sistema de gobierno). El Estado Laico nace con la Revolución Francesa y su lema: Libertad, Igualdad y Fraternidad (Liberté, égalité, fraternité, en francés).
En 1790 se nacionalizaron todos los bienes de la Iglesia.
En 1801 la Iglesia pasó a la custodia del Estado.
En 1882, con las leyes de Jules Ferry, el gobierno ha determinado que el sistema de educación pública era secular.
En 1905 fue cuando Francia se convirtió en un Estado laico con la separación de la Iglesia y el Estado y la garantía de la libertad filosófica y religiosa.
En 2004, bajo el principio de laicidad, entra en vigor una ley que prohíbe los símbolos y vestimentas religiosos en cualquier escuela.
Estado Laico – España
España es oficialmente un Estado laico y aconfesional. En la práctica, esta designación puede verse más como una pretensión debido a las acciones de las diferentes fuerzas políticas en el poder y su influencia en todos los ámbitos (educación, sanidad, política, tolerancia religiosa, etc).
Por ejemplo, los profesores docentes profesan la educación exclusivamente católica en instituciones educativas públicas y son asalariados del Estado. Asimismo, varias festividades exclusivamente cristianas forman parte de las administraciones públicas.
