La embolia pulmonar puede ser causada por varias razones, una de ellas es por la obstrucción de una arteria del pulmón por un trombo (coágulo de sangre), tumores que han caído en el sistema circulatorio, líquido amniótico, aire, grasa y sustancias extrañas inyectadas depositadas en el torrente sanguíneo. En la mayoría de los casos, la embolia pulmonar ocurre por trombos que se originan en los muslos, las piernas o las caderas y caen en el torrente sanguíneo, bloqueando cualquier arteria pulmonar.
Como se produce obstrucción de una arteria pulmonar por un émbolo (tampón), falta oxígeno en la sangre y en consecuencia se desarrollan daños en otros órganos. Dependiendo del tamaño y del número de coágulos, se puede producir la muerte.
Personas que tienen más propensión a la embolia pulmonar son: personas con cáncer; obesos; fumadores; personas sedentarias o de poca actividad física; personas con problemas de coagulación de la sangre; personas con insuficiencia cardíaca; uso de anticonceptivos con estrógenos; embarazo; accidente cerebrovascular; fracturas del fémur o cadera; largos viajes en coche, autobús o avión.
Los síntomas de la embolia pulmonar son desmayos, dificultad para respirar, sudoración, taquicardia, dolor en el pecho, tos seca, fiebre, caída en la presión arterial y, en algunos casos, pérdida de conciencia.
Cuando el médico sospecha de una embolia pulmonar, él someterá al paciente a una serie de pruebas para tener certeza del cuadro clínico. Si se diagnostica la embolia pulmonar, el doctor inmediatamente debe iniciar el tratamiento.
El tratamiento se realiza según la gravedad del cuadro, pero tiene como objetivo impedir el crecimiento del coágulo y la formación de otros coágulos de sangre. Puede utilizarse oxígeno combinado con medicamentos para los síntomas de dolor, diluyentes de la sangre y, en raros casos, la intervención quirúrgica.
La mejor manera de prevenir la embolia pulmonar es no estar parado durante mucho tiempo. Quién se sienta durante mucho tiempo tiene mayor riesgo de desarrollar émbolos; así necesitamos hacer flexiones de brazos, pierna y tobillo, caminar y el uso de medias elásticas que mejoren la circulación de la sangre. La embolia pulmonar en los buceadores puede evitarse siguiendo los procedimientos apropiados antes de regresar a la superficie.