El unicornio es un animal mitológico dotado de poderes asombrosos, presentes en varias civilizaciones antiguas, tanto en el mundo occidental como oriental, con diferentes características según la cultura. En algunas leyendas, el unicornio se presenta como un animal dócil, con cuerpo equino y la cola de otro animal, generalmente un león. Pero su principal característica es el único cuerno en el centro de la cabeza.
El cuerno de este animal se presenta como dotado de poderes mágicos, así como la sangre y el cabello. Sin embargo, existen otras declaraciones sobre los unicornios. Según Thomas Bulfinch, en su libro La Edad del mito, los unicornios eran un problema de los cazadores, ya que su cuerno era movido de acuerdo a la voluntad del animal funcionando como una especie de espada en su defensa. Era en el cuerno que residía toda su fuerza, sirviendo como una fuente de seguridad al animal.
Según Bulfinch, el naturalista romano Plinio el Viejo presentaba al unicornio como una criatura bien diferente de la figura dócil retratada en otros lugares. Plinio describía al unicornio como un feroz animal, que además de cuerpo de equino, tenía patas de elefante, cola de jabalí, voz retumbante y una cabeza de ciervo, cuyo único cuerno era negro, con más de un metro de longitud.
Esta ferocidad sólo sería contenida por una mujer virgen, puesto que el animal no podía resistir a los encantos femeninos. La relación con las mujeres vírgenes puede ser ligada a su relación con la pureza y la inocencia en el cual el unicornio está representado en la mayoría de las leyendas.
La imagen del unicornio había acompañado las artes durante siglos, siendo bastante utilizado durante la Edad Media occidental Europa así como en algunos lugares de Asia, como China e India. Los unicornios se encuentran en numerosas heráldicas. También hay una constelación de estrellas, llamado Monoceros, rodeada por Orión, Géminis, Can Mayor e Hydra, que corresponde a su imagen y se encuentra en el Ecuador.
Curiosamente, un equipo de arqueólogos ha descubierto rastros que presumen de la existencia de un unicornio, a finales de 2012, próximo a un templo localizado en la capital del país, Pyongyang. En uno de los lugares del templo fue encontrada una rectangular con la inscripción: ‘guarida del unicornio’. La fecha de inscripción remite al Reino Goguryeo (918-1392 d.C.) llevando a Jo Hui Sung, director del Instituto de Historia de la Academia Nacional de Ciencias Sociales, afirmar que Pyongyang era la capital de la antigua Corea, buscando de esa forma encontrar una legitimación histórica para los objetivos de unificación política de la península asiática.