Desde hace mucho tiempo, los hombres se preocupan por recoger información que permita organizar su ocupación y ubicación en el espacio. Ya en la antigüedad, los exploradores hicieron uso de balizas para obtener información acerca de su posición en las aguas. Datado de alrededor del 6200 a.C., un esbozo de mapa encontrado en Turquía obtuvo el estatus de ser el mapa más antiguo jamás producido. A pesar del hallazgo, algunos expertos creen que la cartografía es un legado egipcio, con cerca de cuatro mil años de existencia.
En el siglo IV a.C., los chinos experimentaron con el uso de un globo que ayudó en la navegación a través de la posición de las estrellas y el uso de los meridianos. Paralelo a este curioso invento, los matemáticos griegos produjeron mapas que exploraron los territorios de Eurasia y el mapa del sistema solar en el que las estrellas y los planetas fueron arreglados en esferas concéntricas. En el siglo siguiente, los árabes presentaron a Oriente la brújula como otra herramienta útil para la orientación.
Después de varios siglos, los años de 1500 aparecen como un momento en que instrumentos de cartografía y orientación se someten a un verdadero auge. En esta época, gracias a la expansión marítimo-comercial, el astrolabio marítimo perfeccionó el desarrollo de varias rutas comerciales. . En 1569, Gerardo Mercator (también conocido por su nombre latinizado Gerardus Mercatus) llevó a cabo la proyección del mapa del mundo con el uso de dieciocho hojas impresas.
Siguiendo este rastro de instrumentos, el sextante apareció en el siglo XVIII facilitando los viajes de larga distancia. Realizando un cálculo proporcional entre el tamaño de la estrella celestial y su reflejo en las aguas, fue posible determinar los kilómetros de un viaje. En el siglo siguiente, el giroscopio, un tipo de compás más complejo, abrió las puertas para que el posicionamiento de aeronaves fuese posible más adelante en el siglo posterior.
Alrededor de finales de los 1960, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ideó el llamado sistema de posicionamiento global, más popularmente conocido como GPS. A través del dispositivo ha sido posible identificar en tiempo real las condiciones meteorológicas y la colocación de una persona. Para ello, era necesario mejorar la cantidad y el envío de información a ser llevado a cabo por satélites espaciales. En la actualidad, gracias a internet, el GPS se convirtió en una herramienta disponible para cualquier conductor.
