La deforestación o tala es el proceso de destrucción de los bosques a través de la acción del hombre. Se produce, generalmente, para la explotación de madera, apertura de áreas para la agricultura o pasto para el ganado. La quema ilegal es el procedimiento más comúnmente utilizado en la deforestación.
El proceso de deforestación se produce desde hace miles de años. En algunas regiones del mundo, los bosques fueron destruidos totalmente. En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, los bosques nativos son prácticamente inexistentes.
Problemas generados
La deforestación es altamente perjudicial para el funcionamiento de los ecosistemas. Mediante la eliminación de un bosque, se produce al mismo tiempo, la muerte de muchas especies animales y se acelera la contaminación atmosférica. Esto ocurre porque varias especies de hábitat boscoso obtienen en estos lugares alimento y protección necesaria para su supervivencia.
La destrucción de bosques, principalmente a través del proceso de combustión, también contribuye al desarrollo del efecto invernadero, causando el calentamiento global.
Deforestación en Sudamérica
En Brasil, la deforestación ha ocurrido desde el comienzo de la colonización (siglo XVI). Los colonos, con el objetivo de lucro, cortaron y vendieron en Europa grandes cantidades de secoya de la Mata Atlánica (Paraguay, Argentina y Brasil).
En la actualidad, la deforestación aún ocurre principalmente en la región amazónica. La selva amazónica ha sido destruida para la retirada de maderas nobles (para la venta) y también para la apertura de pastizales y zonas agrícolas (principalmente de soja).
Reforestación y uso sostenible de los bosques
La reforestación es una de las soluciones para tratar de revertir esta situación como perjudicial para el medio ambiente. Otra forma es usar los bosques de una manera sostenible, a través de actividades que están dirigidas a su destrucción. En este sentido, podemos citar, como ejemplo, la extracción vegetal y el turismo ecológico.