La serpiente cascabel es la especie que causa el mayor número de muertes en todo el mundo.
En varios países, la expresión ‘cobra’ es usada como sinónimo de serpiente. Como este primer término se refiere a individuos pertenecientes al género Naja y Ophiophagus, el segundo es el más adecuado.
De hábitos carnívoros, las serpientes desempeñan un papel importante en el control de la población de otros animales incluyendo aquellos considerados como plagas para los seres humanos, como las ratas.
Las serpientes venenosas pueden ser venenosas o no. Lo que distingue un tipo de otro es la posesión de dientes inoculadores de veneno.
Aproximadamente el 60% de las mordeduras de serpientes son causados por especies venenosas.
Casi todas las serpientes venenosas tienen fosas nasales, a excepción de las serpientes del grupo Elapíneos, teniendo como ejemplo las serpientes de coral.
En países tropicales como Brasil se registran numerosas mordeduras de serpientes y la mayoría transcurren en los meses cálidos y lluviosos. La tasa de mordeduras en Brasil es de 20.000 al año.
Las mayores tasas de mordeduras de serpientes se encuentran en Brasil en el Centro Oeste, Norte y Nordeste.
La mayoría de las mordeduras son causadas por víboras (más del 90%).
La tasa de letalidad global de las muertes causadas por la mordedura de serpiente es de 0,45%, siendo las cascabeles las principales causantes.
La necrosis del músculo esquelético causado por el veneno de serpientes de cascabel, desencadena la liberación de mioglobina, dando a la orina del paciente un color de tonalidad rojizo o incluso marrón.
En la Amazonia, algunas serpientes corales pueden no presentar anillos coloridos por el cuerpo.
El primer antídoto contra mordeduras de serpientes fue fabricado por Louis Calmette en 1894, en Lille, Francia. En Brasil la producción del suero dio inicio en 1901, en el Instituto Butantan de Saõ Paulo.
Los sueros son específicos para cada tipo de serpiente responsable de la mordedura.