Hay variables importantes que influyen directamente en el crecimiento de los huesos, tales como factores genéticos, factores nutricionales, factores físicos y factores hormonales.
En el factor genético, es el código de los genes (ADN) que determina cuál será la altura máxima de cada individuo.
Con respecto a los factores nutricionales, se sabe que para un crecimiento apropiado del hueso no pueden faltar proteínas, calcio y vitaminas tales como C y D.
Cuando hay una falta de proteínas, el crecimiento no alcanza su potencial y el resultado es la baja estatura del individuo.
La falta de calcio conduce a la deformación de los huesos de la extremidad inferior, un problema conocido como raquitismo.
Por ser responsable de estimular la producción de la proteína, y un excelente antioxidante, la vitamina C, cuando falta en el organismo en las cantidades necesarias, impide que las células reciban el estímulo necesario para potenciar la proteína.
Debido a que es esencial para la absorción de calcio, la deficiencia de vitamina D previene la absorción de calcio en el intestino, pues, sin vitamina D, el intestino no absorbe el calcio.
Hay otro factor significativo que influye en el crecimiento de los huesos: el factor físico. En esto, dos aspectos determinan el crecimiento: la fuerza de tracción y la fuerza de presión.
El último factor es el hormonal. En este, la hormona del crecimiento, conocida como GH, estimula el disco epifisario y el periostio. Ella es producida hasta los 21 años de edad; después de esa edad, la producción se reduce drásticamente.