Comunión anglicana, asociación mundial de iglesias nacionales y regionales que están en comunión con la Iglesia de Inglaterra y el arzobispo de Canterbury. El número total de miembros de esta asociación es de alrededor de 73 millones, repartidos en 385 diócesis en todo el mundo. La asociación trabaja por la promoción del entendimiento y de la cooperación en oficios que les resultan comunes a todos los miembros de la comunidad. La Comunión une a iglesias que comparten una herencia común y que suscriben al Cuadrilátero de Lambeth de 1884. El Cuadrilátero, manifestación de doctrinas identificadas como fundamentales desde el punto de vista de los anglicanos, resguarda la fe católica y apostólica y declara que la Iglesia cristiana aparece establecida en las Escrituras. Igualmente asiente los sacramentos del bautismo y la Eucaristía, el credo de los apóstoles, el credo de Nicea y el orden episcopal (véase Obispo). Todas las iglesias usan el Libro de la Oración Común, que fue adaptado y reformado conforme las necesidades de la actualidad y de algunos enclaves en específico.
A pesar de que la Comunión anglicana ha existido desde los siglos XVI y XVII, sólo en el momento en que la Iglesia de Inglaterra fundó misiones en otros países, la asociación empezó a funcionar de manera efectiva, como una comunión de iglesias independientes, en 1867. Ese año se conmemoró en Londres, en el palacio de Lambeth, la prisimple Conferencia de Lambeth, asamblea que reúne a todos los obispos de Comunión anglicana, y es presidida por el arzobispo de Canterbury. Desde aquel entonces y cada diez años, se celebra allí una ponencia para discutir asuntos de tipo doctrinal, disciplinario y ecuménico, como igualmente de asuntos asociados con sus misiones. Aun así, la mayor parte de los asuntos a procurar se refieren a la unidad de la Iglesia.
En 1948, la Conferencia de Lambeth proclamó el nacimiento de la Iglesia del Sur de la India, que sirvió para unir ciertas diócesis anglicanas con iglesias no anglicanas de la zona. En la Conferencia de Lambeth de 1968 se fundó el Consejo de Consulta Anglicano, bajo la presidencia del arzobispo de Canterbury. El consejo lo componen 60 representantes de toda la Comunión anglicana mundial, y se reúnen cada dos o tres años. Su propósito es el de suministrar una guía con en relación a los asuntos políticos que puedan afectar a la Comunión, pautas para futuras relaciones de tipo ecuménico, y para suministrar ayuda a sus misiones. Igualmente existen consejos regionales activos en Sudamérica, Asia del este, el Pacífico sur y Norteamérica, aunque hay proyectados más para el futuro. Estos consejos fueron desarrollados con el fin de alcanzar una mejor comunicación entre las diferentes iglesias de un área y para promover la cooperación en los esfuerzos de planificación.