La célula es considerada la unidad morfo-fisiológica de la vida, por lo tanto apreciable compromiso científico en cuanto a despertar la comprensión de la composición, organización y comportamiento, citología de la rama de la biología que estudia la dinámica y compleja estructura celular.
Desde la invención de los microscopios rudimentarios (1591) conteniendo apenas una lente, fue posible visualizar un mundo hasta el momento desconocido, a través de los primeros ensayos realizados por Antonie Van Leeuwenhoeck (1632-1723), examinando materiales biológicos.
Sin embargo, fue el inglés Robert Hooke (1635-1703), impresionado con el trabajo de Antonie, el precursor de los estudios sistemáticos que reveló principalmente la composición de los organismos y sus diferencias naturales.
En sus dispositivos más elaborados usando declaraciones más elaboradas (con dos lentes, consecuentemente mayor amplitud y menor campo visual) utilizando corcho (material compacto de origen vegetal/corteza/materia muerta), Hooke identificó la limitación del espacio intracelular de las células vegetales empleando la terminología cell (cuya traducción significa célula). En la actualidad, sabemos que la impresión visualizada por el estudioso representa la pared celular (celulosa – carbohidrato/compuesto orgánico) de las células vegetales.
Observaciones y análisis más profundos y avanzados provocaron una gran revolución en el conocimiento biológico y evolutivo de las especies. Estudios y descubrimientos probaron aquello que antes eran meras suposiciones, fortaleciendo la hipótesis evolucionista, fundamentada por la comparación entre los tipos celulares, sugiriendo una evidente ancestralidad común de los organismos.
Los procedimientos metodológicos posteriores dilucidaron las diferencias entre células procarióticas (sin organización nuclear – carente de membrana nuclear o carioteca) de los eucariotas (con organización nuclear – con carioteca), así como los distintos orgánulos, a medida que son perfeccionados los equipos, por ejemplo, los microscopios: óptico, electrónico de transmisión y electrónico de barrido.
Técnicas cada vez más específicas fueron y son empleadas experimentalmente para la observación minuciosa de las células. Sea para el esclarecimiento de las reacciones, estímulos o inducciones intracelulares o extracelulares, es necesario para tal examen el uso de preparados al fresco, con láminas conteniendo material todavía vivo o láminas previamente moldeadas conteniendo materia orgánica inactiva. EN este último, realizado criteriosamente a través de: colecta de la muestra (fragmento, tejido u órgano), fijación histológica (tejido extraído como muestra), deshidratación (eliminación de agua), clarificación o diafanización (tratamiento con alcohol), inserción (inmersión de la muestra en parafina), microtomía (cortado finamente), collage de cortes en láminas de vidrio y coloración con el uso de tintes que se impregnan específicamente la estructura deseada.
Este procedimiento facilita la visualización y la comprensión del metabolismo celular, de todas las formas de vida y de sus componentes: material genético (cromosomas), membrana nuclear, mitocondrias, retículas, lisosomas, plastos y otros organelos.
