El Northrop Grumman B-2 Spirit (también conocido como Stealth Bomber o Bombardero Furtivo) es un bombardero multifuncional capaz de llevar tanto municiones convencionales y nucleares, llevando sus armas internamente y equipado con dos compartimentos separados de armas en el centro de la aeronave. El B-2 puede transportar hasta 40.000 kg de armas, incluidas las armas convencionales y nucleares, municiones guiadas de precisión, bombas de gravedad y otros, además de ser diseñados para penetrar sofisticados y densos escudos de defensa aérea.
Dotado de una tecnología que permite llevar a cabo misiones de ataque de hasta 50.000 pies de altitud, el B- 2 puede volar a cualquier parte del mundo en cuestión de horas. El avión tiene cuatro motores General Electric F118-GE-100 turboventiladores montados internamente en las alas del cuerpo.
Fabricado en Northrop Grumman en Pico Rivera y Palmdale, California, el atacante puede volar a más de 6.000 millas náuticas sin reabastecerse de combustible y más de 10.000 millas náuticas con un solo reabastecimiento aéreo. El avión también tiene la capacidad de transportar más de 20 toneladas de armamento convencional y nuclear y la capacidad para operar bajo cualquier condición climática.
El primer B-2 fue presentado al público el 22 de noviembre de 1988, lanzado su hangar en la planta de la Fuerza Aérea 42 en Palmdale, California, y el primer vuelo del nuevo dispositivo se produjo 17 de julio 1989. La única base de operaciones para el B-2 es la Base Aérea Whiteman en Missouri. Su primer modelo, Spirit of Missouri, fue entregado 17 de diciembre 1993. La responsabilidad del mantenimiento de la B-2 está a cargo de la Fuerza Aérea estadounidense (en este caso, Northrop Grumman Corporation), está gestionado por el Centro de Logística Aérea en la Tinker Air Force Base en Oklahoma City.
El B-2 se considera un gran avance en el diseño del espacio aéreo, debido a su distintivo ‘ala voladora’, en el que los bordes de las alas forman un ángulo de 33°, y están unidos en medio a una cabina rebajada, dándole un formato de ‘W’ a la aeronave.
En comparación con otros bombarderos tripulados, el B-2 es valorado por su altura mínima, lo que le permite penetrar en las más sofisticadas defensas de un enemigo (es de esa misma característica que surgió el nombre ‘Stealth’ – invisible, disfrazado o camuflado, en inglés).
La efectividad en el combate de los B-2 fue probada en la Operación Fuerza Aliada en Kosovo en apoyo de la Operación Libertad Duradera (Enduring Freedom) en Afganistán y la Operación Libertad Iraquí. El avión recibió el estado de plena capacidad operativa en diciembre de 2003 y 1 de febrero de 2009, el más nuevo comando de la Fuerza Aérea o Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea, asumió la responsabilidad por la coordinación de las operaciones del B-2.