En los mamíferos, el órgano encargado de la audición es la oreja (oído) que se divide en oído externo, oído medio y oído interno.
El oído externo está formado por la aurícula, responsable de la captura de sonido y por el canal auditivo, que es también llamado de meato acústico externo. La oreja externa es rica en pelos y glándulas productoras de una sustancia muy importante en la retención de partículas de polvo y microorganismos, el cerumen, muy conocido como cera de oído. Luego al final del canal auditivo encontramos una fina membrana llamada de membrana timpánica o tímpano, que separa la oreja externa de la oído medio.
A través de un canal llamado la trompa de Eustaquio, antes llamado trompa de Eustaquio, el oído medio hace la comunicación con la garganta. Esta comunicación es importante porque actúa sobre el equilibrio de la presión en el interior de la oreja de acuerdo con la presión del medio externo. Cuando viajamos en avión, o subimos y descendemos una sierra, podemos sentir una presión en nuestras orejas. Eso ocurre porque hay una diferencia entre la presión dentro del canal auditivo medio y la presión atmosférica. Si subimos una montaña, la presión atmosférica disminuye en relación a la presión en el interior de la oreja, y el tímpano es empujado hacia fuera. Si bajamos la montaña, la presión atmosférica aumenta en relación a la presión en el interior de la oreja, y el tímpano es empujado para dentro. A medida que el aire que está dentro de la tromba auditiva sale, la presión se equilibra, volviendo a su estado normal.
En el oído interno podemos encontrar los órganos responsables por el equilibrio y por la captación de estímulos sonoros, siendo que uno de esos órganos se llama cóclea. La cóclea es un largo tubo que se asemeja a la concha de un caracol y que se divide en tres compartimentos, todos llenos de líquido. En uno de los compartimentos de la cóclea encontramos el órgano de Corti, llamado de órgano espiral por la nueva nomenclatura, que contiene células sensoriales ricas en cilios responsables por la captación de los sonidos. Ya en otro compartimento encontramos la ventana oval, que se conecta al estribo. Cuando el sonido pasa por el estribo, él lo transmita a la ventana oval (o vestibular) haciéndola vibra y transmitir esa vibración al líquido coclear. Las vibraciones de ese líquido provocan que los cilios de las células sensoriales encostarse a una membrana llamada de membrana tectoria, generando impulsos nerviosos que son conducidos por el nervio auditivo hasta el centro de la audición en el SNC (Sistema Nervioso Central), donde el sonido es percibido.
Todavía en el oído interno se puede encontrar el sáculo, el utrículo y los canales semicirculares, estructuras responsables por el equilibrio.
