Con la entrada para la educación escolar, llegó el momento para muchos niños de aprender a leer y escribir. La entrada en ese mundo resulta fascinante, ansiada por padres e hijos, revela, a veces, algunas sorpresas, y otras veces, preocupaciones. Habiendo aprendido a leer a través de un determinado método de lectura, muchas veces los padres son enfrentados con la utilización de un método enteramente diferente por los profesores de sus hijos. Esta situación puede conducir a ansiedad e incomodidad, puesto que el proceso de aprendizaje puede seguir una evolución diferente de la prevista. Pueden surgir problemas como: ‘¿Será que mi hijo no debería saber ya el nombre de las letras?’; ‘¿Cómo pretenden que un niño de esta edad aprenda a leer frases desde el principio?’.
Métodos de lectura
Existen muchos métodos de lectura pero, aunque una manera simplista, básicamente se pueden clasificar en dos grandes grupos según los procesos psicológicos que se ejecutan: los métodos sintéticos y los analíticos o globales.
Cuando se utiliza un método sintético se comienza enseñando las letras, paraque después los niños, a través de una operación de síntesis, consigan formar palabras. Las palabras y las frases comienzan por ser muy simples (por ejemplo: La casa de Ana) para ir volviéndose más complejas, a medida que los niños aprenden más letras. Se trata de una adquisición mecánica del proceso de lectura.
Si el método utilizado es el global, los niños comienzan por aprender palabras o frases. Relacionando las palabras o frases, que van aprendiendo, acaban por identificar palabras, sílabas, sonidos y letras comunes. Se parte del principio psicológico de que el niño aprende los objetos globalmente, haciendo el análisis de sus elementos apenas en una fase posterior. Existe la preocupación de asociar el aprendizaje de la lectura a la comprensión de lo que se lee. Es frecuente que sean los alumnos quienes produzcan las frases/textos para que exista una unión afectiva a la lectura o escritura, proporcionándoles una mayor riqueza de significación.
Preocupados por el ritmo o con el proceso de aprendizaje de la lectura de los hijos, diferentes de lo que preveían, ¿qué deben hacer los padres? no se aconsejaría el recurso a la automedicación, es decir, buscar enseñar a los hijos a través de métodos diferentes, ya que podría hacer apelo a diferentes procesos psicológicos, pudiendo causar confusión a los niños. Lo más aconsejable es conversar con el profesor exponiéndole todas las dudas y pidiéndole todas las explicaciones sobre el método de lectura que utiliza. Si detecta problemas reales, juntos, pueden definir las mejores estrategias para adoptar, ya sea en la escuela o en casa.