Las ondas electromagnéticas son ondas formadas por la combinación de los campos magnético y eléctrico que se propagan en el espacio, perpendicularmente uno en relación al otro, y en la dirección de propagación de la energía.
Es con base a esta teoría y en el aumento de la marginalidad que surgieron los ambientes protegidos por ondas electromagnéticas. Esa tecnología científica permitió crear varios tipos de alarmas de seguridad, con el intento de proteger tanto la parte externa como el interior de las residencias y fincas.
¿Por qué el ambiente es seguro con las ondas electromagnéticas?
Es suficiente que el invasor comience a adentrarse en el área protegida para que los detectores sean accionados. En la estructura de los detectores se encuentran presentes sensores que captan y emiten ondas electromagnéticas. Este dispositivo registra la reflexión de esas ondas y, si el patrón es alterado, hace sonar la alarma.
Si una persona estuviera caminando en el lugar y las ondas reflejasen en la persona, inmediatamente ésta es identificada. Las ondas electromagnéticas son constituidas por campos eléctricos y magnéticos que oscilan y, dependiendo del medio de propagación, se propagan con velocidades extremadamente altas (en el vacío llega a 300.000 km/s).