La teoría de la tectónica de placas se basa en ciertos principios, uno de los cuales cree que las placas se forman en el medio del océano (zonas de acreción) y son reabsorbidos al nivel del plano de Benioff (zona de subducción). Las manifestaciones sísmicas permitirán determinar este plano. Se comprueba que, en la superficie del planeta, la distribución de terremotos no es homogénea. Una de las regiones sísmicas del globo corresponde a la zona peripacífica de las grandes fosas oceánicas. La particularidad de estas zonas es la de presentar sismos profundos (más de 150 kilómetros). El estudio detallado de estas regiones muestra que los focos sísmicos son tanto más profundos cuanto se localizan más para el interior del continente. Los diferentes focos sísmicos se sitúan en un plano inclinado de cerca de 45° para el interior del continente. Este plano se denomina plano de Benioff que materializa la localización de los fenómenos mecánicos y térmicos ligados al hundimiento del material litosférico.
Hugo Benioff (1899-1968) no hizo más que redescubrir, en 1950, en la costa de América del sur, una observación hecha anteriormente por K. Wadati al nivel de Asia. Por tanto, a menudo se conoce como plano o zona de Wadati-Benioff. Benioff descubrió también un plano idéntico en la fosa oceánica de Tonga, entre Nueva Zelanda y las islas Samoa. En 1954, Benioff defendió, con base en sus observaciones sísmicas, que los fondos oceánicos se sumergían profundamente bajo los continentes.