Contrariamente a lo que se podría imaginar, el dispositivo Tablet no es reciente. Su historia comienza mucho antes de la creación del famoso iPad, de Apple, más precisamente a finales del siglo XIX, una época en que el estadounidense Elisha Gray desarrolló un mecanismo capaz de reproducir la letra de una máquina a otra. Este descubrimiento fue la base no solamente de la futura creación de los tablets sino también de otros inventos, como los aparatos fax, por ejemplo.
A lo largo del siglo XX, varias computadoras portátiles similares a las tabletas fueron creadas. Entre algunos ejemplos podemos citar la Dynabook, un dispositivo desarrollado por Alan Kay en 1968, que consistía en una especie de bloc de notas digital, o el Graphics Tablet, gadget creado por Apple donde el usuario podría hacer diseños con la ayuda de un lápiz óptico y transferir los mismos para su ordenador personal.
Sin embargo, se puede decir que la primera tableta de la historia, es decir, con el aspecto y la forma que hoy conocemos, se debe al Gridpad Pen Computer, creado por Grid Systems en 1989. El mismo poseía un procesador de 20 MHz y pesaba alrededor de dos kilogramos.
Durante la primera década de este siglo, con la entrada de las grandes empresas en el mercado, como Microsoft, Nokia y Apple, los tablets adquirieron gran importancia en el mercado. Diversas experiencias no muy exitosas fueron hechas a lo largo de esta época. Muchos dispositivos fracasaron por dos motivos básicos: el alto precio, mayor que el de un notebook, por ejemplo, y la falta de aplicaciones.
Sin duda, el lanzamiento del iPad en 2010 fue un hito en la historia de las tabletas, ya que mostró al mundo las infinitas posibilidades que estos dispositivos podrían cumplir.