La historia de Pandora y su caja está presente en los relatos mitológicos de los antiguos griegos.
La historia cuenta que el titán Prometeo (aquel que ve antes) y su hermano Epimeteo (aquel que ve después) creó a los animales y los hombres. Se dio a cada animal un poder, como el vuelo, la caza, el coraje, las garras o los dientes afilados. El hombre, creado por Prometeo de la arcilla, quedó sin nada por ser el último en ser hecho. Prometeo dio un poco de cada uno de los animales al hombre, pero le faltaba algo especial.
Prometeo enseñó cosas diferentes a los hombres. Enseñó a domesticar animales, hacer remedios, construir barcos, escribir, cantar, interpretar los sueños y buscar riquezas minerales. Sin embargo, enfureció a Zeus por robar el fuego de los dioses y entregarlo a los hombres. Zeus decidió vengarse de Prometeo y de los hombres.
Como castigo por su arriesgada proeza, Prometeo fue encadenado a una montaña. Su condena fue pasar la eternidad encadenada a una roca, donde un pájaro devoraría su hígado. Cada noche, el hígado se regeneraba, y así el pájaro regresaba al día siguiente para comer nuevamente el hígado.
Para castigar a la humanidad, Zeus ordenó que el dios de las Artes, Hefesto, crease una mujer parecida con las diosas. Hefesto le presentó una estatua hermosa. La diosa Atena le dio el aliento de vida; la diosa Afrodita le dio belleza; Apolo le concedió una voz fina; el dios Hermes le entregó dotes de persuasión. Así fue como la mujer, llamada Pandora, poseía todos los dones.
Pandora fue enviada a Epimeteo, quien ya había sido advertido por su hermano a no aceptar nada de los dioses. Epimeteo, al ver siempre después, reaccionó de manera precipitada y quedó encantado con la bella Pandora. Ella llegó portando una jarra o ánfora cerrada como regalo para Epimeteo, su esposo.
Epimeteo pidió a Pandora no abrir la jarra pero, invadida por la curiosidad, no pudo resistirse. Al abrir la caja frente a su esposo, Pandora liberó todos los males que afectan hasta hoy a la humanidad, como los malentendidos, las guerras y las enfermedades. Trató de cerrar la jarra, pero sólo logró preservar la esperanza.
Desde entonces la historia de Pandora se asocia con hacer un mal que no se puede deshacer. En este mito nace también la ideal del bien y del mal que puede causar una mujer.
Es interesante observar la razón de la esperanza estando presente entre los males traídos por Pandora a la Tierra. Para algunas interpretaciones, la esperanza está guardada y ello es un signo favorable. Mientras tanto, comprendiendo la lógica del mito, se puede leer la historia de forma pesimista, pues la esperanza está guardada dentro de la caja y la humanidad se queda sin esperanza. Esas dos lecturas admiten que la esperanza sea algo positivo.
A diferencia de la lectura anterior, Friedrich Nietzsche (1844-1900) escribió en Humano, demasiado humano, que «Zeus quería que los hombres, por más torturados que fuese por los otros males, no rechazasen la vida, pero continuasen dejarse torturar por los males». Para ello les dio esperanza. La razón de la esperanza es, en realidad, el peor de los males, pues prolonga el tormento de los hombres.
Otra lectura refiere a la traducción de la palabra griega «Elpis» como expectativa en lugar de esperanza. Así, el hombre se salva de tener la expectativa del mal todo el tiempo, lo que hace soportable la vida a pesar de cualquier mal.