Zoroastrismo, o masdeísmo, se convirtió en la religión del Estado persa en el siglo VI antes de Cristo y fue reemplazado por el Islam en el siglo VII d.C., después de la caída del Imperio sasánida, aunque en Irán (antigua Persia), una pequeña parte de la población sigue practicando el zoroastrismo, cuyo mayor número de adeptos son de la India.
Esa antigua religión tiene como principio la existencia del bien y el mal, es decir, de Dios y del Diablo, por lo que es una religión dualista.
Zoroastro – El Profeta
El nombre de la religión surge como resultado de su fundador, el profeta Zoroastro (628 a.C. – 551 a.C.), también conocido como Zaratustra, el cual fundiendo las creencias populares con sus enseñanzas dieron lugar al zoroastrismo.
Zoroastro fue un sacerdote a quien fueron hechas revelaciones divinas cuando tenía 30 años de edad. Recibiendo estas revelaciones, comenzó a predicar el conocimiento adquirido y pronto se ganó enemigos, como los karpans que mantenía costumbres que contradecían las enseñanzas de Zoroastro, y los kawis, que también se le oponían. Como resultado, fue perseguido y tuvo que huir de su tierra natal.
Así surge una leyenda que dice que Zoroastro había curado el caballo de un gobernante y esto habría permitido que el profeta predicase libremente en el lugar que controlaba tal gobernante, en el noreste de Persia, para que Zoroastro ganase miles de seguidores y se extendiera su creencia.
Es interesante que los sacerdotes zoroastrianos fueron llamados magos, palabra que viene a partir del griego magikos, aunque la religión no se basa en las tradiciones mágicas, tal como el término fue seguidamente asumido por los alquimistas, cuyas enseñanzas – transmitidos de forma exigente – eran restringidos a sus iniciados, que los recibían de forma bastante exigente.
Principios
Los principios supremos del bien y el mal están representados por Ahura Mazda (Ormuz), que es el dios del bien y Ahrimán, que es el dios del mal y hermano gemelo de Ahura Mazda.
Según habría sido puesto de manifiesto a Zoroastro, estos dos dioses vivían en la lucha, pero al final de los tiempos sería marcado por la victoria de Mazda contra Ahrimán, por eso, las personas deberían escoger el camino que querían seguir, sabiendo que mediante sus acciones podrían ir al infierno después de su muerte.
Por lo tanto, los seguidores del zoroastrismo creen en la resurrección de los muertos, y creen que existe el paraíso, el purgatorio y el infierno, tal como fue predicado en el cristianismo. Del mismo modo, esta religión cree en la profecía del fin de los tiempos.
Los emperadores eran los representantes del dios Mazda en la Tierra, de modo que así era posible garantizar la subyugación del pueblo al gobernante del imperio.
Símbolos y Libros sagrados
El Faravahar o Ferohar es el símbolo principal de esta religión, que es el alma antes del nacimiento y después de la muerte.
El fuego es otro elemento importante para sus creyentes. El dios del bien es adorado por el fuego sagrado se mantiene viva por los sacerdotes en los templos zoroastrianos. Con el fin de protegerse de la inhalación de los gases producidos por el fuego, los seguidores de Zoroastro usan máscaras blancas.
Por el hecho de que el fuego se considere sagrado para los creyentes del zoroastrismo, para ellos, la cremación no está permitida, ya que esta técnica de quema de cadáveres podría contaminarlos.
El libro sagrado del Zoroastrimo se llama Avesta. Tal como la Biblia para los cristianos, en el Avesta se incluyen oraciones, himnos y enseñanzas. Una de sus piezas más importantes son los gathas (cantos en verso), donde están escritos los 17 cánticos compuestos por Zoroastro.