El zodíaco – determinada zona de la esfera celeste – es representado como un cinturón imaginario que se encuentra dividido en doce partes, cada cual con su constelación que, a su vez, se correlaciona con algún signo en particular. Una constelación es un grupo de estrellas que se agrupan de tal manera que le permiten imaginar una figura determinada en la esfera celeste. De ahí que el nombre asignado a cada signo corresponda a la figura recreada en la constelación.
Los signos del zodiaco sirven como base para el estudio astrológico, un conjunto de sistemas de predicciones no científico basado en la superstición. Las doce constelaciones zodiacales son Aries (Carnero), Tauro (Toro), Géminis (Gemelos), Cáncer (Cangrejo), Leo (León), Virgo (Virgen), Libra (Balanza), Escorpio (Escorpión), Sagitario (Centauro), Capricornio (Cabra de Mar), Acuario (Aguador) y Piscis (Peces).
La influencia de los astros y las estrellas en el destino de los seres humanos ha fascinado a las civilizaciones que se dedicaron al estudio de un arte de contornos místicos y divinos. Es curioso cómo un símbolo puede ser tan universal entre tan diversas culturas muy distantes los continentes, como Asia y América o Europa y África. La importancia de los planetas, estrellas y constelaciones y su observación son preocupaciones universales, así como su interferencia en la vida vegetal y animal. El zodíaco, además de un sistema de adivinación basado en una premisa sin fundamento racional, simboliza, de alguna forma, el mapa del Universo con el origen y el destino de todo aquello que existe, recordando al ser humanos que él es parte de un todo y su destino está definido en la posición de las estrellas.
En términos de estudio y cálculos astrológicos, son factores importantes la situación de los astros en el día y la hora del nacimiento. El círculo del zodíaco solar es dividido por doce casas solares, cada una con sus signos, representados a partir de constelaciones de estrellas, y los respectivos planetas al que pertenecen. El movimiento del Sol establece los cuatro puntos culminantes de cuatro estaciones, es decir, los dos equinoccios de la primavera y otoño, y los dos solsticios de verano e invierno. Los doce signos ya referidos equivalen a cada una de las dos mitades de dos meses diferentes del año, dado que los periodos correspondientes van, sensiblemente, del día 20 al día 20 del mes siguiente. Cada uno de los signos es regido por su planeta, como por ejemplo el Sol que rige a Leo o Júpiter que es el planeta de Sagitario. A su vez, cada grupo de tres signos corresponden a un elemento, así al elemento tierra pertenecen Tauro, Virgo y Capricornio; al elemento fuego se asocian Aries, Leo y Sagitario; con el elemento aire están Géminis, Libra y Acuario; y al elemento agua pertenecen Cáncer, Escorpio y Piscis.
En Oriente hay una gran tradición de zodíacos lunares, tanto en la tradición india como persa, árabe o china. El zodiaco chino es representado por animales como la rata, el buey (o búfalo), el tigre, el conejo (o liebre), el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo, que se refieren a un período anual. Así como los signos zodiacales de Occidente tienen sus signos ascendentes consonantes al momento de nacimiento, también el zodíaco chino tiene sus ascendentes consonantes al mes de nacimiento. Por ejemplo, como una persona que nació en diciembre puede ser Sagitario y tener su ascendente en Virgo también alguien del signo chino del Caballo nacido en un determinado año puede tener como signo lunar la Liebre por el hecho de haber nacido en marzo.