Un zigurat es una forma de templo, creada por los sumerios y común a los babilonios y asirios, pertinente a la época del antiguo valle de Mesopotamia y construido en la forma de pirámides terraplenadas. El formato era el de varios andares construidos de manera superpuesta, con la diferencia de que cada andar posee área menor que la plataforma inferior sobre la cual fue construido – las plataformas podrían ser rectangulares, ovales o cuadradas, y su número variaba de dos a siete.
El centro del zigurat estaba hecho de ladrillos quemados, mucho más resistentes, mientras que el exterior del edificio mostraba adornos de ladrillos cocidos al sol, más fáciles de ser producidos, aunque menos resistentes. Los adornos normalmente eran esmaltados en colores diferentes, posiblemente conteniendo significación cosmológica. El acceso al templo, situado en la cima del zigurat, se hacía por una serie de rampas construidas en el flanco de la construcción o por una rampa en espiral que se extendía desde la base hasta la cumbre. Los ejemplos más antiguos de zigurats datan del final del tercer milenio a.C. Algunos de los ejemplos más notables incluyen las ruinas de la ciudad de Ur y de Khorsabad en Mesopotamia.
Con la descripción mencionada podría formularse una imagen, aunque básica, de cómo se ve un zigurat. La idea que se tiene de que servían como lugar de idolatría o ceremonias públicas, sin embargo, no es correcta. En Mesopotamia se creía que eran la morada de los dioses. A través de los zigurats las divinidades se colocarían cerca de la humanidad, razón por la cual cada ciudad adoraba a su propio dios o diosa. Además, sólo los sacerdotes tenían permitida la entrada al lugar y era de ellos la responsabilidad de cuidar de la adoración a los dioses y hacer cumplir con las necesidades de la comunidad. Naturalmente los sacerdotes gozaban de una reputación especial en la sociedad sumeria. Además, los zigurats servían de depósito de cereales, morada de gobernantes, biblioteca y servía para la contemplación del cielo y de las estrellas y de los niveles de las inundaciones de los ríos (Tigris y Éufrates).
Un ejemplo de un zigurat simple es el del Templo Blanco de Uruk, en la antigua Sumeria, que tiene que haber sido construido alrededor de 400-300 a.C. El zigurat en sí mismo es la base sobre la que descansa templo blanco, y su función es traer el templo más próximo a los cielos, de forma que pudiese proveer acceso desde el suelo hasta allí, por medio de escaleras – la estructura tenía por tanto la función de servir como puente entre dos mundos. Por eso se creía que el templo de los sumerios sería un eje cósmico, una conexión vertical entre el cielo y la tierra, entre la tierra y el submundo, y una conexión horizontal entre las tierras. Construido en siete niveles, o capas, el zigurat representaría los siete cielos, o planos de existencia, los siete planetas y los siete metales a ellos asociados sus colores correspondientes.
Un ejemplo de unzZigurat sólido e integral es el Marduk, o Torre de Babel, situado en la antigua Babilonia. Desafortunadamente no hay ni siquiera remanencias de esa poderosa estructura de la base, pero según los hallazgos arqueológicos y las fuentes históricas, la torre se superpuso en siete niveles multicolores, en cuya parte superior había un templo de proporciones singulares. Acerca de este templo, se cree que fue pintado y conservado en color índigo. Se sabe que hubo tres escaleras al templo, y se dice que dos de ellas ascendieron solamente a la mitad de la altura delzZigurat.
El nombre sumerio de la estructura fue Etemenanki, palabra que significa El templo de la creación del cielo y de la tierra. Probablemente construido bajo las órdenes de Hammurabi, se averiguó que el centro del zigurat de Marduk contenía restos de otros zigurats y estructuras más antiguas. La etapa final consistió en un encajamiento de 15 metros de ladrillos reforzados construido por el monarca Nabucodonosor.