Las zeolitas consisten en minerales de una familia de silicatos (tectosilicatos) hidratados de composición y paragénesis muy semejantes. Las densidades varían entre 2 y 2,4 y la dureza entre 3,5 y 5,5.
Las zeolitas son aluminosilicatos hidratados si de metales alcalinos y metales alcalinotérreos que contienen sodio, calcio, bario, estroncio o potasio. Son minerales secundarios que se producen en las cavidades y filones de rocas ígneas básicas.
Pertenecen a este grupo la analcima, natrolita, chabacita, heulandita y estilbita.
Las zeolitas tienen una función de red cristalina, con un circuito abierto, donde, a veces, ocurren moléculas orgánicas, lo que los convierte en absorbentes muy eficaces y contribuye para su utilización en cromatografía y como intercambio de iones.
Debido a la característica de tener una deshidratación continua, parcialmente reversible, las zeolitas se utilizan como tamices moleculares.
Todavía se utilizan en la fabricación de gasolina, benceno y tolueno, a partir de materia prima bruta no refinada como el carbón y el metanol.
En la actualidad son fabricadas artificialmente las zeolitas, que tienen las mismas aplicaciones que los naturales. La permutita es una zeolita sintética utilizada para purificar el agua dura captando el calcio del agua y reemplazando por sodio haciéndola así en blanda.
