Yves Klein, pintor francés, nacido en Niza, en 1928 y fallecido en 1962, era un personaje notable y controvertido de la posguerra. Fue uno de los fundadores del grupo de los llamados nuevos realistas. Los críticos de la época de Klein lo clasificaron como neodadaísta, pero otros críticos no están de acuerdo con esta atribución, como Thomas McEvilley en un ensayo publicado por la revista Artforum en 1982, que clasifica a Klein como un precursor del arte contemporáneo aunque de tenor enigmático. Desarrolló diversas teorías, expuestas en escritos y conferencias, en que especula acerca de la potencialidad simbólica de colores puros. Según estas teorías, ejecutó numerosas obras tratando explorar sistemáticamente la intensidad del color, sin relación con el mundo real, en particular el azul.
Muchas de sus primeras pinturas fueron monocromáticas, pero sin establecerse en un solo color. A finales de la década de 1950 su obra se produjo casi exclusivamente en un matiz azul intenso, que él mismo patentó como International Klein Blue (IKB, =PB29, =CI 77007), aunque el color jamás fuera fabricado comercialmente.
En paralelo con las pinturas convencionales, en varios trabajos Klein utiliza modelos desnudos cubiertos de pintura azul que se movían o imprimían sobre telas para formar la imagen, usando los modelos como pinceles vivos. A este tipo de trabajo lo llamó de antropometría.
Al contrario que representar objetos de una manera subjetiva y artística, Klein quería sus temas estuvieran representadas por sus impresiones: la imagen de sus ausencias. El trabajo de Klein se refiere a un contexto teórico e historia del arte, pero también metafísico y filosófico y en su obra pretende combinar estos contextos. Trató de hacer que su público experimentase un estado donde una idea podría ser ‘sentida’ y simultáneamente ‘entendida’.