Yggdrasil corresponde al fresno que representa el cosmos en la mitología nórdica. Su nombre significa Caballo de Odin (Ygg), por el episodio en el cual el dios se colgó del árbol para nueve días y nueve noches y así alcanzar la sabiduría. Puede también ser conocido como Mímameidr (Viga de Mimir), una vez que Mímir, guardián de la memoria del mundo vivía bajo el Yggdrasil. Es llamado en la Germania continental de Irminsul, pudiendo tener semejanzas con Jörmungandr o la Serpiente de Midgard, que tenía igualmente la función de preservar el orden del Universo.
En general, los árboles fueron venerados por los pueblos germánicos, representando la conexión entre la Tierra y el Cielo, alimentándose de los nutrientes y del agua para crecer en dirección hacia el sol. De este modo se justifica la elección de un árbol, elemento extremadamente sólido, para guardar la sabiduría, representar la fuente de la poesía y de la vida, y ser conectado al mundo de los dioses por el Bifrost, un arco-iris guardado por Heimdall (Pilar del Mundo). Es Yggdrasil quien dirige los destinos del Universo y de los vivos y tiene su base en la fuente de Urdr guardada por las Nornas, diosas fatídicas. De ella nacen los primeros seres humanos, Embla (mujer) y Askr (hombre).
Sus hojas son agitadas por un viento constante producido por el roce de las alas de un águila posada en la copa del árbol.
