Yeshúa (en hebreo יֵשׁוּעַ) es una palabra de raíz hebrea formada por cuatro letras y es considerado por muchos estudiosos como la versión original del nombre de Jesucristo. Su significado es salvar o la salvación. El término es una derivación de Yehoshua o Josué, y sería el nombre completo de Cristo. El uso de la palabra es objeto de discusiones recurrentes entre los teólogos y otros estudiosos, sobre todo porque la región habitada por Jesús y su familia la lengua hablada era el arameo.
Para una parte de los religiosos, Yeshua sería la referencia correcta a Jesús, por ser el nombre original. Por otra parte, los estudios se centraron en la etimología de la palabra que muestra su evolución desde la lengua hebrea y revelan las alteraciones del nombre en el tiempo. Resulta que Yeshua es la abreviatura de Yehoshua (Josué), que significa ‘el Eterno salva’.
Hay una historia bíblica en la que un personaje Josué aparece como el legatario de Moisés, asumiendo la misión de guiar a los israelitas a Canaán. En la Biblia hebrea, por otro lado, esta misma ortografía se encuentra como una referencia al hijo de Nun, y al sacerdote en la época de Esdras.
En cuanto a las referencias al nombre de Jesús, en la Biblia, a veces aparece escrito Yeshua, a veces como Yehoshua. La asociación con Jesús puede hacerse a partir de una comparación con las traducciones del Antiguo Testamento para el griego, las palabras de Yeshua y Yehoshua fueron transcritas como Iesous, que en latín fue transcrito como Iesus y para el español fue transcrito como Jesús.
Otras menciones
En relatos de Teledot Yeshu, el ‘anti-evangelio’ medieval que parodia el evangelio cristiano, hay conflictos entre los individuos de nombre Yeshu descritos en los Evangelios y en el Talmud, uno de los libros sagrados de los judíos. Existe una interpretación de que Yeshu sería una abreviación de Yeshua, siendo que Jesús sería conocido por los judíos a través de la primera nomenclatura. Además, la grafía Yeshua es encontrada en la Antigua Biblia siríaca, que data del siglo III d.C., hecho que cuenta a favor de la originalidad del término.