Xochiquetzal o Xochiquetzalli es, en la mitología azteca, diosa de la belleza, las flores y del amor carnal. Su primer esposo fue Tlaloc, pero Tezcatlipoca, seducido por su belleza, la raptó. Su representación es dada como hija o esposa de Centéotl.
Las leyendas cuentan que Xochiquetzal fue la única mujer en sobrevivir al diluvio universal, junto con su marido, teniendo como misión la de repoblar el mundo. Coxocoxtli y su esposa se salvaron del desastre gracias a un tronco de árbol, después de, por mucho tiempo, haber afrontado la turbulencia de las ondas, tal como ocurría con el Noé bíblico sobre el monte Ararat. Ellos perduraron, junto a numerosos animales, granos y semillas. Sus hijos, sin embargo, nacieron mudos; una paloma les devolvió el don del habla, pero cada uno comenzó a hablar en una lengua diferente.
Las invocaciones referidas a ella se dan para aumentar la fertilidad física o mental, así como reforzar los encantos femeninos.