Xiuhtecuhtli (náhuatl: xiuhtecuhtli) es un dios azteca de la mitología mexica, generalmente representado con el rostro amarillo o rojo.
Era el dios que personificó la comida durante las épocas de hambruna, la muerte y la luz en medio de la oscuridad. A él le fueron ofrecidos sacrificios en cuyos rituales se retiraba el corazón a las personas siendo estas después quemadas, así como fiestas para atraer la gracia del dios cuando en el fin del siglo azteca el pueblo creyó que los dioses habían acabado con su protección a los hombres.
Xiuhtecuhtli es el señor del fuego y del calor. Su alterno femenino era la diosa Chantico. Fue el abuelo de los hombres, el dueño del tiempo. Vivía en el centro del universo. Estuvo representado como un anciano arrugado, sin dientes y encorvado, con rostro rojo/amarillo, llevando a un brasero.
En la mitología, su edad representa la experiencia y la sabiduría. Uno de sus símbolos era la cruz con las cuatro direcciones del mundo, siendo el centro el lugar de su morada. También era conocido como Serpiente de fuego porque era el símbolo del amanecer radiante y, ante su presencia, los poderosos dioses de la noche desaparecieron. Fue bastante asociado al sol. Originario de la región volcánica y representante de la edad de las montañas, su culto se remonta al comienzo de la vida nahua en América.
Asociado a la purificación, transformación y regeneración, era un dios muy importante para los mexicas. Estuvo a cargo de los cambios en el mundo. Xiutecuhtli, así como Ometéotl, estaba relacionado al concepto de principio, aunque, a diferencia de la divinidad suprema, a él eran rendidos cultos más específicos. Además, las ceremonias dedicadas en su homenaje tenían como objetivo principal fortificarlo, para que pudiese continuar ejerciendo su poder regenerador sobre el mundo, garantizando su continuidad. Otro significado de Xiuhtecuhtli era Señor de la turquesa (color que los antiguos asociaron al cielo diurno).