El windsurf o surf a vela es un deporte acuático en el cual una persona se desplaza en el agua sobre una tabla especial o plancha dotada de una vela movida por el viento y por la fuerza de las ondas. El pequeño tamaño de la plancha, su bajo peso y la fuerza del viento posibilitan velocidades de 80 kilómetros por hora.
Los windsurfistas se posicionan de lado en la plancha y mueven la vela y el mástil, a través de una barra horizontal, de modo que permite aprovechar el viento de la mejor manera, al mismo tiempo que mueven el cuerpo para guiar la embarcación. El exponente máximo de este deporte sucede cuando los atletas son capaces de navegar en la cresta de las olas, haciendo saltos con más de diez metros de altura, que permiten la realización de acrobacias en el aire.
El windsurf surgió a mediados de la década de 1960, cuando el inventor británico Peter Chilvers creó una plancha con una vela. Sin embargo, este deporte solamente se hizo popular en 1965, cuando el norteamericano Hoyle Schweitzer, aprovechando una idea de Jim Drake, con quien trabajó, decidió combinar el surf con la vela. Los dos constataron que el mayor problema del surf era tener que esperar por las olas y Jim se planteó el uso de un mástil con vela. A finales de 1968 patentaron la primera plancha de windsurf, llamada Windsurfer.
Casi de inmediato el windsurf ganó gran popularidad, pero sus creadores estaban insatisfechos por tener que utilizar las viejas planchas de fibra de vidrio. Después de varias investigaciones decidieron pasar a utilizar planchas de polietileno, un material más económico y duradero. Mientras, la empresa proveedora del material quedó tan impresionada con su aplicación dada que publicó un artículo sobre el tema, conduciendo a la fama mundial del windsurf.
En 1973, Schweitzer compró a Drake la mitad de la patente y, en ese mismo año, las planchas pasaron a ser producidas en Holanda. En 1978, las ventas en Europa superaron a las registradas en todo Estados Unidos.
El windsurf pasó a estar presente en todo el mundo, disputándose pruebas en decenas de países. En 1982, comenzó a realizarse un circuito internacional constituido por decenas de pruebas y, dos años más tarde, la modalidad pasó a formar parte de los Juegos Olímpicos, en la edición transcurrida en Los Angeles, Estados Unidos. En 1992, en Barcelona, España, la vertiente femenina del deporte también fue incluida en el calendario olímpico.
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