William Klein, fotógrafo estadounidense nacido en 1928, en Nueva York, en el seno de una familia húngara. Su apodo es Bad Boy.
La carrera artística de Klein se inició en París en 1948, donde recibió formación en la pintura. Él descubrió su pasión por la fotografía a principios de los años 50, habiendo inicialmente experimentado la fotografía como un medio de expresión abstracto para poco después ser fascinado con la capacidades fotográficas para reproducir el mundo real.
En 1954 es contratado por Vogue como fotógrafo de moda. La fotografía de moda de Klein se caracterizó por el enfoque irónico y subjetivo.
En la segunda mitad de los años 50, por orden del realizador cinematográfico, Federico Fellini realiza un trabajo fotográfico sobre la ciudad de Roma (Rome, 1958), al que siguen, sobre la misma temática, los trabajos sobre Moscú y Tokio (Moscou et Tokyo, 1961).
Las imágenes de Klein son caracterizadas por el uso agudo de las longitudes focales de lentes fotográficas en relación al tema, por la iluminación poco convencional y por motivos desenfocados por el movimiento que poseen.
En la culminación de su carrera se dedicó a la producción y realización cinematográfica. Su trayectoria nos da los ingredientes principales para la comprensión de su obra: una porción de inconformismo, varias cucharadas de ácido de franqueza, una buena dosis de sarcasmo e ironía al gusto. Consciente de su valor, Klein nunca fue muy dado a las concesiones; y fue gracias a eso que, en su trabajo relacionado al mundo de la moda, desmontó estereotipos y contestó a los patrones establecidos hasta conducir a la fotografía de la moda a un cambio de rumbo.
