Wilhelm Weber, matemático y físico alemán conocido por estudios de inducción electromagnética.
Nació en 1804, en Wittenberg y murió en 1891, en Göttingen. En 1822, entró en la Universidad de Halle, donde obtuvo su doctorado, en 1826 y se convirtió en profesor en 1828. En 1837 fue expulsado de Göttingen, junto con siete maestros más, por haber protestado contra la suspensión de la Constitución de Hannover, por acto del rey Ernesto Augusto I de Hannover. Durante este período viajó por Inglaterra, entre otros países. En 1843, Weber se convirtió en profesor de física en la Universidad de Leipzig y en 1849 regresó a la docencia en Göttingen.
Una de sus obras más importantes fue el Atlas des Erdmagnetismus (Atlas del Geomagnetismo). Weber demostró que se podía fijar un sistema de medidas eléctricas absoluto medio de longitud, tiempo y masa. En colaboración con Gauss, concibió y construyó un sistema de telégrafo electromagnético que llegó corriendo a la distancia de más de 3.000 metros.
En 1825, en colaboración con su hermano Ernst Heinrich Weber, formado en Anatomía Patológica Humana, publicó un tratado titulado La doctrina de las ondas fundada en la experimentación. Más tarde, esta vez en colaboración con un hermano menor, Eduard Friedrich Weber, investigaría el mecanismo del acto de caminar. También fue miembro de la Academia Real de las Ciencias de Suecia en 1855.
Weber murió en Göttingen, donde fue enterrado en el mismo cementerio que Max Planck y Max Born, el Stadtfriedhof de Göttingen.
Fueron numerosos y valiosos sus trabajos de investigación en acústica, la elasticidad de los cuerpos e inducción electromágnetica. En 1833, construyó los primeros telégrafos eléctricos utilizados en el vínculo entre el observatorio astronómico y el laboratorio de física.
Fue considerado el precursor de la teoría electrónica indicando, en 1871, que suministros de electricidad pueden ser debido al transporte de partículas pequeñas. En su honor, la unidad de flujo magnético tiene su nombre – weber (Wb).