Arquitecto holandés Wiel Arets nació en 1955 en Heerlen. Se licenció en arquitectura por la Universidad Técnica de Eindhoven (1983) y la Unit Master en la Architectural Association, de Londres (1992). En el período 1984-1989, realizó viajes por América y Europa en general y particularmente en Rusia y Japón.
Enseña desde 1986, varios cursos de arquitectura, tanto en Holanda como en Estados Unidos, Austria y Dinamarca. Entre 1992 y 1994 ha sido profesor visitante en el Berlage Institute, escuela de posgraduación de arquitectura, Amsterdam, de la cual se convierte en principal en 1995.
Recibe numerosos premios de arquitectura, en particular por la Academia de Arte y Arquitectura de Maastricht (1989-1993), así como una mención especial con el Premio Mies van der Rohe, en 1994.
Se establece su firma arquitectónica en Heerlen (1994). Además de la mencionada obra destaca 67 apartamentos en Tilburg (1992-1994); la sede de la Caja de Pensiones, AZL, Heerlen (1990-1995); oficinas Céramique, Maastricht (1990-1995); y la estación de policía de Boxtel (1994-1997), entre otros, también en Holanda. De cierta forma contrastando con obras de alcance institucional o colectivo, edificó la Casa Lohmann, en Colonia, Alemania (1995) y la Casa-estudio Arets/Sijstermans, Maastricht (1996-1997).
Influyente teórico en el siempre debate de ideas en los Países Bajos desde principios del siglo XX, con la escuela de Amsterdam y el movimiento De Stijl, mantiene una postura crítica frente a la arquitectura emergente de los años 90, a las solicitudes y seducciones de la práctica profesional y en teóricamente integral (referencias a la literatura, cine, artes y filosofía).
Defiende el poder interventivo y la gestión y operación de proyectos arquitectónicos en la transformación de la ciudad entendida como un organismo en mutación. Se centra también en el proceso a la inversa, es decir, el ajuste de los programas, cambios metodológicos causados por ordenador, defendiendo la tendencia a la transformación de la arquitectura en los medios de comunicación, hasta el punto de su desmaterialización (apostando por la claridad y simplicidad, eficacia y precisión volumétrica constructiva).
En los albores del siglo XXI, dice que estamos en la cúspide de una nueva era.