Wehrmacht es el nombre dado a las fuerzas combinadas del ejército, armada y fuerza aérea del Tercer Reich, según decreto de Adolf Hitler en el Wehrgesetz (Ley de Defensa) del 21 de mayo de 1935.
El Tratado de Versalles impuesto por los aliados al final de la Primera Guerra Mundial, restringía drásticamente el ejército de la República de Weimar. El ejército, o Reichwehr, fue limitado a 100.000 hombres, impedidos de poseer tanques, artillería pesada y otras unidades mecanizadas. También fue prohibida la aviación de guerra. La Alemania sólo pudo construir aviones y entrenar a pilotos para fines estrictamente comerciales. En cuanto a la marina de guerra, aunque no había sido extinguida, sería trivial.
Los líderes alemanes nunca aceptaron esta situación. La Alemania secretamente estaba rearmándose militarmente. Incrementaron su fuerza a pequeña escala y bajo supervisión rusa a partir del Tratado de Rapallo en 1922. Hitler invalidaría todas estas limitaciones en la primera mitad de 1935.
Cuando los nazis tomaron el poder en Alemania se hizo claro y emocionante, a los ojos de los líderes militares germánicos, que el dictador estaba planeando poner en planes de acción para el rearme a gran escala, preparando conquistas al este.
Públicamente, los alemanes entraron en negociaciones con la comunidad internacional para un levantamiento parcial de las medidas restrictivas para el rearme del país, pero sin resultado. Sin embargo, este rechazo no pareció sorprender a los nuevos amos. Por el contrario, en la distancia, las citadas negociaciones funcionaron como una cortina de humo a la vista de los dirigentes aliados.
El 09 de marzo de 1935, Hermann Göring sorprendería a todos anunciando la existencia de la Luftwaffe, la vigorosa fuerza aérea alemana. El día 16 del mismo, Hitler anunció la reintroducción de la conscripción (prohibida por el Tratado de Versalles) y la intención de crear un ejército de 36 divisiones. Contrariamente a las expectativas, los antiguos adversarios no se opusieron a estas intenciones belicistas. Tres meses más tarde del anuncio de Adolf Hitler, Inglaterra renunciaba al cumplimiento de las cláusulas aprobadas en Versalles sobre la marina y concluía con Alemania un Acuerdo Naval Anglo-Germánico. A partir de entonces, las cláusulas militares del célebre tratado estaban muertas y enterradas y, por otro lado, restaurada la soberanía militar germánica.
Por la ya citada Ley de Defensa, el ministro de guerra, el general Werner von Blomberg, se convierte en comandante jefe de la nueva Wehrmacht, a la cual fueron asociadas la homónima Academia de Wehrmacht (destinada a dar alta formación militar a oficiales específicamente escogidos) y la Academia de Guerra (destinada a preparar para funciones del Estado-Mayor oficiales reclutados por concurso). Sin embargo, en la secuencia de desentendimientos entre Blomberg y el general von Fritsch en febrero de 1938, Hitler dimite a Blomberg, haciendo una purga violenta entre los comandos militares, asumiéndose él mismo como ministro de guerra y estableciendo un nuevo alto mando, el célebre Oberkommando der Wehrmacht. De cualquier modo, debe señalarse que dentro de la estructura militar siempre hubo oponentes a los planes agresivos de Hitler que culminaron en una conjura (y atentado) fallido, organizada por Claus Schenk, Graf von Stauffenberg y otros oficiales en julio de 1944.