El vudú es una mezcla de creencias cristianas y ritos africanos, donde el elemento sobrenatural es preponderante. Consiste en un ritual de adoración a los dioses de origen africano y de los santos más representativos de la iglesia católica.
El vudú se originó en África y fue difundido a partir de los esclavos que llegaron a América, en la época de la colonización.
El vudú es una religión que rinde culto a los antepasados y otras entidades llamados de Loas. Cada espíritu de loa es venerado en su día, donde animales (pollo, cabra), son sacrificados y ofrecidos, junto con frutas y otros alimentos. Los hogan (asistentes) son verdaderos jefes espirituales. Las mujeres que lideran el ritual son llamadas de paresh.
Los rituales vudú, llamados de magia negra, son acompañados por danzas, cantos y canciones de instrumentos de percusión. Los participantes acuden vestidos con trajes típicos, entran en trance e incorporan los loas (los buenos y los malos espíritus).
En diversas partes de América Latina, el vudú es mezclado con otras prácticas religiosas, especialmente el catolicismo. En cada Estado recibe un nombre y una característica propia.
En Haití, un país de América Central, el vudú es una religión adorada por la mayoría de la población. La brujería y el Estado se han ligado a lo largo de la historia de Haití. Desde pronto, los gobiernan se autoproclamaban como hombres sobrenaturales, pues contaban simultáneamente con la fuerza del Estado y con su condición de brujos eficientes. Casi todos los hombres que gobernaron el país comandaban paralelamente las danzas ceremoniales.