Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios para nuestro cuerpo en pequeñas cantidades, siendo sin embargo, esenciales para la realización de muchos procesos en el cuerpo. La mayoría de las vitaminas llega al organismo apenas por vía alimentaria pero existen otras formas en que los organismos obtienen tales compuestos.
Existen así algunas vitaminas que pueden llegar a nuestro organismo por otras vías como, por ejemplo, la vitamina D, que es sintetizada por la acción de la luz solar en la piel; la vitamina B12 y Folato, la Biotina y la vitamina K que pueden ser sintetizadas por las bacterias intestinales; la vitamina B3 (Niacina) se puede sintetizar a partir del triptófano (aminoácido esencial presente en el código genético); y la vitamina A que puede ser sintetizada si β-caroteno (pigmento carotenoide). Sin embargo, estas vitaminas no pueden ser sintetizadas en cantidades suficientes y deben ser ingeridas de manera que el cuerpo pueda tener las dosis requeridas para el funcionamiento normal. A pesar de necesitar de ser consumidas en pequeñas cantidades, si hay deficiencia de algunas vitaminas, estas pueden provocar enfermedades específicas como: beriberi, escorbuto (falta de vitamina C), raquitismo (debilitamiento de los huesos por la falta de vitamina D) o xeroftalmía.
La disfunción de las vitaminas en el cuerpo se llama hipovitaminosis o avitaminosis. Por otro lado, el exceso puede causar problemas. En el caso de vitaminas solubles en grasa (liposolubles), más difíciles de eliminar, se llama hipervitaminosis. Actualmente se reconoce que los seres humanos necesitan 13 vitaminas diferentes.
El nombre de vitamina fue creado por el bioquímico Casimir Funk en 1912, basado en la palabra latina vita (vida) y el sufijo – aminas (aminas vitales o aminas de la vida). Inicialmente se utilizaba para describir estas sustancias del grupo funcional amina, porque en ese momento se pensaba que todas las vitaminas eran aminas. A pesar del error, el nombre se mantuvo. Las vitaminas se pueden clasificar en dos grupos de acuerdo con su solubilidad. Cuando son solubles en grasas son agrupadas como vitaminas liposolubles y su absorción es hecha junto con la grasa, pudiendo acumularse en el organismo alcanzando niveles tóxicos. Son las vitaminas A, D, E y K. Ya las vitaminas solubles en agua son llamadas de hidrosolubles y consisten en las vitaminas presentes en el complejo B y la vitamina C. Esas no son acumuladas en altas dosis en el organismo, siendo eliminadas por la orina. Por eso la ingestión casi diaria para la reposición de esas vitaminas se vuelve necesaria. Algunas vitaminas del Complejo B pueden ser encontradas como cofactores de enzimas, desempeñando la función de coenzimas.
Clasificación de las vitaminas
Las vitaminas actualmente consideradas esenciales para los seres humanos se pueden clasificar en soluble en agua (hidrosolubles) y solubles en grasas (liposolubles):
Vitaminas solubles en agua
Vitaminas hidrosolubles son las vitaminas solubles en agua. La mayoría de estas vitaminas son componente de sistemas de enzimas esenciales, y muchas de ellas están implicados en reacciones relacionadas con el metabolismo de la energía. Este tipo de vitaminas no se almacena en el organismo en grandes cantidades y por lo general se eliminan por la orina. Ellas son:
- Tiamina (vitamina B1)
- Riboflavina (vitamina B2)
- Nicotinamida / niacina (vitamina B3)
- Ácido pantoténico (vitamina B5)
- Piridoxina, piridoxamina y piridoxal (vitamina B6)
- Biotina (vitamina B7 o B8)
- Ácido fólico (vitamina B9)
- Cobalamina (vitamina B12)
- Ácido ascórbico (vitamina C)
Vitaminas solubles en grasa
Las vitaminas liposolubles necesitan la ayuda de grasa para ser absorbidas. Las vitaminas liposolubles más importantes son A, D, E y K.
Las vitaminas A y D se almacenan principalmente en el hígado, la vitamina E en los tejidos grasos y los órganos reproductores. El cuerpo puede almacenar una pequeña cantidad de la vitamina K. Ingeridas en exceso, algunas vitaminas solubles en grasa pueden alcanzar niveles tóxicos en el cuerpo.
¿Dónde se encuentran las vitaminas?
Vitamina A
La zanahoria por ejemplo, es rica en betacaroteno, una sustancia a partir de la cual el cuerpo produce retinol, una forma activa de vitamina A.
La vitamina A es importante en el crecimiento, pues forma huesos y dientes, mejora la piel y el cabello, protege los sistemas respiratorio, urinario y digestivo y también es importante para la visión. Otras fuentes de vitamina A son: leche entera, queso, mantequilla, yema de huevo, pimientos, papaya, calabaza y hortalizas en general.
Vitaminas del complejo B
Forman un grupo de vitaminas que tienen entre ellos propiedades similares.
Los plátanos contienen vitamina B6, que produce energía a partir de los nutrientes, ayudan a formar los eritrocitos (glóbulos rojos) y anticuerpos, es útil para los sistemas nervioso y digestivo y beneficioso para la piel.
Otras fuentes de vitaminas B son: cereales integrales, legumbres (frijoles, soja, garbanzos, lentejas, guisantes, etc.), ajo, cebollas, molleja, corazón, pescado, mariscos, huevos y leche.
La vitamina B12, por ejemplo, participa en la formación de material genético en las células esenciales para la formación de nuevas células, tales como eritrocitos y leucocitos. La vitamina B12 se encuentra solamente en alimentos de origen animal. Por lo tanto, los vegetarianos necesitan suplementos de esta vitamina. Las carnes magras, pollo y pescado contienen niacina, que ayuda a producir energía a partir de grasas e hidratos de carbono y también ayuda al sistema nervioso y el sistema digestivo, y vitamina B1, que ayuda en la producción de energía, en particular los nervios y los músculos necesarios incluyendo el corazón.
Vitamina C
Tomate, naranja, cereza, limón y guayaba son ricos en vitamina C. Lo ideal es comer estos alimentos crudos. La vitamina C mantiene los huesos, los dientes, las encías y los vasos sanguíneos, aumenta la absorción de hierro, ayuda al sistema inmunológico y estimula el proceso de curación.
La falta de vitamina C puede causar ciertos trastornos tales como anemia, inflamación de la mucosa, lo que debilita los capilares sanguíneos, se puede producir en diferentes partes del cuerpo sangrado. Estos son todos los síntomas de una enfermedad que se conoce como el escorbuto.
Otras fuentes de vitamina C son piña, marañón, papaya, mango, coliflor y espinaca.
Vitamina K
Entre las fuentes alimenticias de vitamina K se incluyen: hígado, aceite de hígado de bacalao, frutas y verduras como la espinaca, la col y lechuga.
También contienen vitamina E, lo que ralentiza el envejecimiento de las células y contribuye a la formación de nuevas células rojas de la sangre, evitando su destrucción en la sangre.
Las verduras y hortalizas son ricas en diferentes tipos de vitaminas, pero especialmente el ácido fólico, que es una de las vitaminas del complejo B que colabora en la producción de material genético dentro de las células y mantiene la salud del sistema nervioso, siendo ideal para mujeres en periodo de gestación. Verduras, como el queso, los huevos y la leche, son también ricos en vitamina B2 o riboflavina. La riboflavina estimula la liberación de energía de los nutrientes, que ayuda en la producción de hormonas y mantiene las membranas mucosas saludables.