En el aparato reproductor femenino de los seres humanos, las vías genitales están constituidas por las trompas de Falopio, también denominadas oviductos, con 10 a 12 centímetros de longitud. Se inician por una zona en forma de embudo franjado, el pabellón de la trompa, y terminan en el fondo del útero, que es un órgano muscular en forma de pera. La zona inferior cilíndrica se abre en la vagina. La vagina es un canal flexible que se inserta en el cuello uterino y se abre al exterior a nivel de la vulva.
En el aparato reproductor masculino de los seres humanos, las vías genitales están constituidas por los epidídimos, que son órganos que recubren parcialmente los testículos, siendo rodeados por canales envelados – canales deferentes -, que son canales con cerca de cuarenta centímetros. Cada uno penetra en el abdomen, atraviesa la próstata y se abre en la uretra. La uretra es un canal que se inicia en la vejiga, al que se conectan los canales deferentes. Atravesa el pene, abriéndose a su extremo.