Sonreír puede ser la mejor manera de protegerse de mal humor y convertir un mal día en el más agradable. ¿Por qué necesariamente reímos?
Hay varias razones que pueden provocar que una sonrisa se desabroche en nuestros labios: sirve para estrechar lazos sociales, dado que es una señal espontánea de que estamos sintiéndonos bien con la presencia de determinada persona o grupo de personas o puede surgir en respuesta a una buena broma. Muchas veces la sonrisa puede proveer situaciones de incomodidad o embarazo, lo que llamamos sonrisa sosa (sin gracia), denota nerviosismo, vergüenza y decepción. Pero no es ese el tipo de sonrisa que ayuda a la salud, por el contrario, una sonrisa abierta es la que nos relaja, tonifica y anima.
El acto de reír relaja todos los músculos del cuerpo y, sin duda, esto es lo que nos da una sensación agradable de placer.
