El símbolo del velo tiene un significado doble y aparentemente incoherente ya que puede ser tanto una forma de revelar ocultando o una forma de ocultar revelando. Todo lo que es oculto en parte, como la mayor parte de los misterios, invita al conocimiento. Por otro lado, todo lo que es demasiado revelado puede ser para deliberadamente ocultar algo.
En la religión cristiana llevar el velo significa un alejamiento del mundo y una aproximación de Dios, pero el velo también cubre, en las religiones de tradición semita, el rostro de Dios y fue por esta razón que Moisés cubrió su rostro cuando habló en la Palabra de Dios al pueblo hebreo. El ocultar del rostro detrás del velo es tanto en la cultura islámica en relación a las mujeres como en la cultura cristiana con respecto a las monjas una forma de ocultación de su sexualidad.
En árabe la palabra hijab significa velo y también la separación de dos cosas y, según la tradición, Dios hablaba a través de un velo. Muchos de los tratados sufis tenían el título de Desvelamiento, Kashf, en el sentido de la revelación de la verdad divina en el alejamiento del velo de los sentidos que impide la percepción de la verdadera realidad. Los musulmanes decían que el rostro de Dios era oculto por siete mil velos de luz y de oscuridad, dado que la mirada directa y pura de Dios consumía todo lo que alcanzara. El Islam cree que Dios ha concedido a los seres humanos un velo que los protege de la realidad que, como el Sol, puede simultáneamente revelar y cegar.
En la tradición hebrea, el Templo de Jerusalén tenía un velo que separaba al Santo del Santo de los Santos y que se rasgó en el momento de la muerte de Cristo, según la tradición cristiana. En el budismo el “velo” es simbolizado por el Maia que simultáneamente encubre y revela la realidad pura.
La connotación sagrada del velo hizo que este objeto formara parte de los accesorios de muchas dinastías que se juzgaban de origen divino. Fue el caso de los emperadores de China que recibían sus visitas detrás de un velo, pudiendo, al igual que las divinidades, ver sin ser vistos. Otros reyes llamaban velo a su camarero que transmitía sus órdenes, ya que éste era el intermediario de su voluntad.
La Diosa de los tiempos antiguos se veía velada cuando representaba el futuro y la gente creía que quien mirara más allá del velo podía presenciar su propia muerte. La Diosa era representada también ocultada por siete velos, que simbolizaban las esferas planetarias más allá de las cuales se escondía el verdadero rostro de la Diosa. Este era el significado de los siete velos de Salomé, la sacerdotisa de la diosa Istar que, al igual que la divinidad egipcia Isis, tenía su ritual ligado al uso de los velos.