Vasili Kandinski, artista ruso nacido en 1866, en Moscú, y fallecido en 1944, en Neuilly-sur. Sólo después de estudiar derecho y economía política se decidió por la pintura.
Trabajó durante cuatro años bajo la guía de Anton Azbé, en Munich. El descubrimiento del fauvismo en París fue crucial para su carrera. Con Franz Marc en 1911, fundó el grupo Blaue Reiter, formado por los pintores de tendencia simbolista, aunque siguiendo con interés las experiencias de la pintura abstracta de Kandinsky. Vendría a teorizar sobre la abstracción en De lo espiritual en el arte (1912).
Concibió el arte como la expresión del espíritu humano y el lenguaje más eficaz para obtener esta expresión serían las formas puras de colores puros, garantizando la eliminación de cualquier contenido literario o simbólico. En el fondo, le preocupaba dar una base científica a su misticismo. Entre 1910 y 1913 fue desapareciendo todo el simbolismo de su obra y esta evolución es evidente en la serie de Composiciones. La primera composición representa visiblemente un caballo y un caballero, pero en cada uno está creando un mayor grado de abstracción, de tal manera que en la número 7 apenas resta una sensación de movimiento. De regreso a Rusia, después de la revolución, organizó museos y academias de arte, a semejanza de Chagall.
Se preocupa principalmente con la forma y el color en la pintura, usando un estilo geométrico y angular. Vino más adelante a desarrollar esta lengua en la escuela Bauhaus en Alemania, donde regresó en 1921, cuando su trabajo empezó a ser mirado con desagrado por las instituciones políticas soviéticas. En extrema tensión pretendió transmitir un humor utilizando formas geométricas y colores como mero auxiliar. La base teórica de esta etapa está en Punto y línea sobre el plano (1926). Después de la Bauhaus ser extinguida por los nazis en 1933, Kandinski se instaló en París.
En sus últimos trabajos las composiciones se volvieron más complejas, las formas se volvieron más libres, irregulares, las líneas ondulares, prestando un cierto sentido de vida orgánica.
Kandinskyi aparece hoy como una figura clave para la comprensión de la abstracción, siendo el primero en proponer una base teórica para esta corriente estética.
