Tutankamón fue uno de faraones más famosos de todo el mundo. Gracias al descubrimiento de su tumba y los tesoros del sarcófago, hemos accedido a nuevos conocimientos sobre las costumbres de los egipcios. Alrededor de Tutankamón se ha construido una leyenda y una maldición alimentando la cultura popular.
Nacido en el año 1333 a.C., subió al trono a los nueve años y gobernó pocos años hasta su muerte, todavía adolescente, en 1324 a.C. Su repentino fallecimiento ocurrió de manera enigmática.
Según las inscripciones, su formación comenzó a los cuatro años. Aprendió a leer, escribir y recibía clases de religión, aritmética, geometría y medicina. Era común en esa época, el matrimonio entre niños imperiales y hermanas con el fin de consolidar el trono, por lo que Tutankamón tenía que seguir el protocolo imperial, y se casó con una princesa de cuatro años mayor que él, llamada Anjesenamón o Ankesenamon (hija de Akenatón y Nefertiti).
Su reinado fue guiado por los sacerdotes egipcios que influyeron en implementar la creencia politeísta que Ajenatón había prohibido.
De acuerdo a las pruebas forenses llevadas a cabo recientemente (año 2005), los resultados del análisis de su momia no revelaron señales de que el faraón muriera de un golpe recibido en el cuello, como se sospechaba. Murió a los 19 años y los análisis de sus huesos confirmaron que gozaba de buena salud y atención médica y que recibió una buena alimentación durante su infancia. Los rayos X de Tutankamón muestran que los huesos de su cuello estaban fusionados. Según el doctor Todd Grey, que examinó las placas, esto podría indicar un síndrome llamado síndrome de Klippel-Feil. La característica más obvia de la rara enfermedad es la movilidad del cuello. Sin embargo, también puede causar problemas de escoliosis, anomalías renales, sordera y dificultades respiratorias. Teniendo a su titular a ser incapaz de soportar si se cae, puede ser fatal. «Él podría haber permanecido inestable en pie, y puede haber andado con alguien ayudándole», comenta.
Su cuerpo y sus tesoros fueron encontrados por el egiptólogo Howard Carter en 1922, que después de quince meses de excavaciones en el Valle de los Reyes en el sur de El Cairo, por fin se abrió la entrada a la tumba de compartir con la humanidad las imagenes de una magnífica colección de vasos, carruajes, tronos, y joyas. Tantos objetos llevaron diez años para ser retirados. Gran parte se encuentran en la exposición del Museo de El Cairo.
La maldición del faraón Tutankamón
Se rumoreaba que los jeroglíficos de la tumba prometieron venganza contra aquellos que violasen su acceso. Todo el mundo se sorprendió cuando una cobra devoró el canario de Carter, un hecho que señalaba una advertencia de castigo. Otro acontecimiento decisivo fue la muerte por envenenamiento de Lord Carnarvon, patrocinador de las expediciones.
Durante las excavaciones, muchos trabajadores fallecieron al respirar hongos impregnados en las paredes.
Apariencia de Tutankamón
El experto en reconstrucción facial, Richards Robin del University College de Londres, ha creado una copia digital en 3D usando informaciones de rayos-X tomadas en 1968 de la momia de Tutankamón. El trabajo consolidado ofreció datos sobre la etnicidad, el género y la edad del faraón.
Los datos de la investigación fueron enviados a los técnicos de efectos especiales en Nueva Zelanda, que agregaron color a la piel, ojos y cejas. A continuación, el modelador facial británico Alex Fort construyó un modelo en fibra de vidrio, que está en exhibición en el Museo de la Ciencia en Londres (Inglaterra).
