La pérdida de agua en forma de vapor por las plantas a través de las hojas es llamada de transpiración.
La hoja está en contacto con el suelo a través de su sistema vascular. El vapor sale de las hojas a través de los estomas (orificios de las plantas). Cuando la humedad relativa es alta y sin viento, el sudor es pequeño; cuando la humedad es baja y hay viento, la transpiración es alta.
El número de estomas varía en función de las especies vegetales en cuestión. La mayoría de las plantas tienen una cutícula que cubre la superficie de la hoja. Cuando los estomas se cierran, la transpiración se sigue produciendo por la cutícula. Si la cutícula fuera demasiado gruesa, existe apenas transpiración por los estomas.
Los estomas constan de dos células oclusivas o de cierre asociadas o no a las células epidérmicas. Cuanto mayor volumen tengan las células, mayor apertura del ostiolo (abertura u orificio de los estomas). Esta diferencia de volumen puede ser determinada por la luz, el dióxido de carbono, la presencia de potasio en las células, etc.
Lo ideal sería que la luz de los estomas se abran, cerrando en su ausencia. En altos niveles de dióxido de carbono los estomas se cierran. En presencia de potasio dentro de la célula, el agua tiende a entrar por osmosis, aumentando el volumen de los estomas.
Los estomas suelen estar abiertos al amanecer y cerrados al anochecer. El tiempo para su apertura completa es de aproximadamente una hora. Cuando el suelo es deficiente en agua, los estomas se cierran para evitar la pérdida de agua, pero la transpiración puede continuar por la cutícula, y si la situación persiste la planta puede hasta morir.
En ambientes desérticos, la sudoración es crítica para la refrigeración de la hoja. Ella está también estrechamente relacionada con la fotosíntesis, pues con el potencial de agua formado, el agua tiende a subir de la raíz hasta las hojas, donde será utilizada para la fotosíntesis.
Factores que alteran la sudoración
Iluminación: la transpiración está fuertemente relacionada con la apertura de los estomas. A medida que se abren al amanecer, la tasa de transpiración también aumenta con el transcurso del día, alcanzando su punto máximo en el final de la mañana o la tarde y disminuyendo hasta quedar con una tasa baja durante la noche, cuando los estomas están cerrados.
Humedad relativa: cuando la humedad relativa es baja, la sudoración tiende a aumentar debido al gradiente de potencial de agua formada. Sin embargo, ese factor aumenta con el incremento de temperatura, por tanto, para medir la transpiración en relación a la humedad del aire debemos tener en consideración la temperatura.
Temperatura: en condiciones ideales de agua, si la temperatura sube, se puede observar un aumento en la transpiración, dado que la temperatura causa un efecto sobre el potencial de agua. Sin embargo, si el aire estuviera saturado de agua y la hoja tuviera temperatura superior al ambiente, la planta seguiría transpirando.
Agua disponible en el suelo: Los estomas normalmente están cerrados cuando hay poca agua en el suelo, reduciendo la absorción y transpiración, para evitar la deshidratación.
Viento: el aire en movimiento (viento) sobre la hoja elimina el vapor de agua presente en la superficie, promoviendo el aumento de la transpiración. No obstante, si el viento fuese muy fuerte los estomas se cierran.
