Tito Livio (en latín: Tito Livio, Padua, c. 59 a. C. – Padua, 17), conocido simplemente como Tito Livio, es el autor de la Ab urbe condita libri (“Desde la fundación de la ciudad”), que trata de relacionar la historia de Roma desde la fecha tradicional de su fundación el año 753 a.C hasta la época de principios del siglo comunes en primer lugar, citando a los reyes de Roma, tanto los primeros como los Tarquinos.
Tito Livio nació en Patavium (actual Padua), en el año 59 a. C. De origen humilde, la base de su educación fue el estudio de la filosofía. Gracias a su competencia profesional como escritor, había adquirido una situación económica holgada. Creció en medio de las guerras civiles que asolaron Italia antes y después de la muerte de Julio César, y que terminó con la victoria de Octavio, el futuro emperador Augusto, en la batalla de Accio (31 a.C). Tal vez por eso Livio no había estudiado en Grecia, como era común entre los cultos romanos.
Tito Livio se estableció en Roma en el año 30 a.C, y en este lugar, adquirió gran prestigio entre Augusto, siendo nombrado tutor del joven Claudio, el futuro emperador. Sin embargo, se mantuvo alejado de la política y el círculo literario que rodeaba al emperador y que incluía Virgilio, Horacio y Ovidio, y gracias a esta independencia, pudo expresar sus propias ideas. Murió en Padua en el año 17 d.C.
Tito Livio escribió la primera obra filosófica, todas ellos perdidas. Durante los últimos cuarenta años de su vida se dedicó a la narrativa de la historia de Roma desde su fundación hasta el año 9 d.C. Su mayor obra, citada con anterioridad, Está compuesta de 142 libros, de los cuales sólo 35 han sobrevivido. Fue un logro impresionante en tamaño y alcance, para luego convertirse en un clásico y que influyen en la historiografía producida hasta el siglo XVIII – grandes influencias se dejaron sentir en Nicolau Maquiavelo, Alexis de Tocqueville y Montesquieu.
Para escribir su libro, Tito Livio utiliza varios textos escritos por historiadores anteriores, incluyendo la mayoría de los textos que sobrevivieron sólo en pequeños fragmentos. Sin embargo, en gran parte de la cuarta y quinta década de Tito Livio (es decir, los libros 30-45) podemos ver el uso directo de la labor de la Polibio griega como fuente, lo que nos permite hacer importantes comparaciones metodológicas hoy acerca de la forma de escribir la historia en el mundo antiguo.