Arte y arquitectura hispanomusulmanas en el periodo almorávide, almohade y nazarí
A partir del siglo XI, se inaugura la segunda fase en el arte islámico con la presencia de pueblos bereberes (almohades y almorávides) en al-Andalus. El arte almorávide se caracteriza por un predominio de lo decorativo sobre lo constructivo, que se acoge al uso del ladrillo en columnas o pilares, así como arcos más complejos (polilobulados y mixtilíneos) y bóvedas más variadas como las esquifadas o de mocárabes, y la ornamentación de red de rombos o sebka. Corresponden a este periodo el mihrab de la mezquita de Almería.
Arte textil en el islam
Las telas se juzgaron objetos de lujo, y las más refinadas se realizaron en los talleres llamados tiraz, controlados por el califa. El método del tiraz, comparable a las fundaciones oficiales del Imperio bizantino, copto y Sasánida, concluyó con la conquista mongola. Los tejidos provenientes de un tiraz (a menudo prendas cultoles) se juzgaban posesiones del más alto valor. Los tiraz —el término igualmente denomina al propio tejido— a menudo llevaban impresa la sella del taller, la fecha y el nombre del gobernante.
Arte islámico: las madrasas
Bajo los Abasíes se intercala en Irán una nueva tipología de edificio religioso, la madrasa o seminario religioso. Su forma, inspirada en la arquitectura Sasánida, dio principio a un nuevo tipo de mezquita que se difundió vertiginosamente por muchos países. La madrasa y la mezquita-madrasa están configuradas por iwanes, esto es, salas emplazadas en los ejes de un rectángulo que se abren con grandes arcos a un patio central. Las madrasas suelen poner de habitaciones en torno al patio dedicadas al estudio o a los dormitorios de los estudiantes.
Arte islámico: las mezquitas
El muro de la quibla indica la dirección hacia la que los musulmanes deben conducir su oración, la ciudad santa de La Meca. Para distinguirla del resto de las paredes del templo se abre en ella un pequeño ábside o nicho llamado mihrab, parecido al altar cristiano sin embargo sin su contenido simbólico.
Ofrendas en Bali
La continua religiosidad y las ofrendas efímeras han ejercido igualmente un importante papel en la perpetuación del arte religioso en la isla de Bali. Como en Birmania, en Bali hay literalmente miles de enclaves religiosos, sin embargo predominan los hindúes sobre los budistas. Hay templos que se veneran desde toda la isla mientras que otros están relacionados a las cooperativas de irrigación a pequeña escala. Muchos de estos templos, de los que hay por lo menos dos en cada pueblo, tienen el tejado en forma de gradas, semejantes a los de Birmania. El ciclo devocional en estos muchos templos jerárquicos se conduce por desemejantes almanaques. Los meses son lunares y el año sólo tiene 210 días. En cada uno hay días propicios y días poco favorables, y los ritos y ofrendas varían en cada caso. En cada templo se celebra igualmente una consagración o cumpleaños (odalan).
Ofrendas en Birmania y Camboya
Esta manifestación, más conceptual que visual, resulta crítica para comprender la estable realización y donación de arte efímero, parte importante, aunque asiduamente olvidada, de la cultura del Sureste asiático. En Birmania se venden las ofrendas en paquetes ya preparados a lo largo de la vía que conduce a la pagoda. Estos envoltorios, de papel de brillantes colores, contienen sombrillas en miniatura y una banderita con los días de la semana.
La semana birmana tiene ocho días, pues el miércoles se organiza en dos. Cada día está relacionado con un animal, como la rata o el elefante. En casi todas las pagodas hay una capilla para cada día de la semana —cada una con una imagen de Buda y una estatua del animal correspondiente—, en las que se depositan numerosas de las ofrendas efímeras, y para terminar el rito, se suele volcar agua sobre la imagen de Buda.
Los arcos de triunfo de la Antigua Roma
Los arcos de triunfo levantados en todas las partes del Imperio se destacan como uno de los monumentos más destacados. A pesar de que casi ninguno de los grandes conjuntos escultóricos (a menudo cuadrigas) que alguna vez concluyeron estos arcos ha subsistido, el propósito originario de tales construcciones fue únicamente servir de soporte a la estatuaria honorífica. Los arcos antiguos eran muy sencillos; sin embargo bajo Augusto y los emperadores ulteriores se fueron enredando. Con el tiempo se transformaron en verdaderos soportes propagandísticos, recubiertos con series espaciosas de bajorrelieves, anunciando las conquistas y las grandes hazañas de los emperadores. Las imágenes solían representar sucesos históricos concretos, sin embargo asiduamente se realizaron igualmente temas alegóricos en los que el emperador podía aparecer en compañía de los dioses o recibiendo el tributo de los pueblos ocupados.
Las viviendas en la Antigua Roma
A pesar de que los edificios públicos fueron las construcciones urbanas más grandes y costosas, la mayor parte de la ciudad de Roma se encontraba ocupada por casas individuales.
Arte del Sureste asiático
Arte del Sureste asiático, agrupación de expresiones artísticas desarrolladas por las naciones del Sureste asiático (tanto del continente como de las islas) desde la prehistoria hasta la actualidad. Esta holgada zona entiende Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia, Birmania (actualmente Myanmar) y Malaysia; Sarawak, Brunei y Sabah en el extremo norte de Borneo; Kalimantan, la mayor parte de Borneo, y Sumatra, Java, Sulawesi y la provincia indonesia de Papúa (Irian Jaya). Entre las islas de Java y Nueva Guinea se hallan numerosas islas más pequeñas, como Bali, Flores, Timor y Sumba, todas ellas con una cultura característica.
Arte kamamura
En 1180 detonó el conflicto bélico civil, la Guerra Gempei entre dos clanes militares, los Taira y los Minamoto; cinco años después, Minamoto Yorimoto, a la cabeza de su facción, conseguía la conquista y establecía su gobierno en el pueblo costero de Kamakura, donde se mantuvo hasta 1333.
Con el traspaso de poderes de la nobleza a la clase guerrera, el arte debía ponerse al servicio de un público nuevo: los militares, los hombres dedicados a las técnicas y trabajos asociados con el conflicto bélico, los sacerdotes responsables de difundir el budismo entre los plebeyos iletrados y igualmente a los miembros más preservadores de la sociedad, entre los que se hallaba la nobleza y algunos religiosos que lamentaban el debilitamiento del poder de la corte. Todas estas circunstancias confluyeron en el arte de la etapa Kamakura, que se caracteriza por su amalgama de realismo, tendencia hacia lo popular y resurgimiento de lo clásico.
Arte kofun o de los grandes túmulos en la prehistoria japonesa
La tercera etapa de la prehistoria japonesa es el periodo Kofun o de los grandes túmulos (c. 300-710 de nuestra era). Se llama así por la construcción de imponentes estructuras de un grande volumen. La mayor de todas, la sepultura de Nintoku, tiene unos 460 m de largo y más de 30 m de alto.
Esta etapa simboliza un cambio con en relación a la cultura Yayoi, que se puede atribuir tanto al desarrollo interno como a la activación exterior. En este periodo diversos pueblos pactaron alianzas políticas y se fundieron en una sola nación. Los objetos artísticos de la etapa son los espejos de bronce (símbolos de las alianzas políticas) y las esculturas de arcilla llamadas haniwa, que se erigían en el exterior de las sepulturas.
Arte jomon y yayoi
La primera civilización importante fue la de los Jomon (en japonés, “huella de cuerdas”, c. 10000-300 a.C.). Se caracteriza por la fabricación de figuritas de arcilla llamadas dogu y vasijas ornamentadas con motivos que traen a la memoria a una cuerda, lo que dio origen a su nombre. Era una cultura de cazadores y agricultores que vivían en pequeñas comunidades en casas de madera o de paja, construidas en hoyos poco intensos para emplear el calor del suelo.
Los utensilios Jomon, que suelen tener liosas formas flamígeras, son las piezas de cerámica conocidas más antiguas del mundo. La siguiente ola de inmigrantes fue la del pueblo Yayoi, que toma su nombre de la vecindad de Tokio donde se hallaron los primeros restos de sus asentamientos. Llegaron a Japón hacia el año 300 a.C. y contribuyeron sus conocimientos en materia de cultivo del arroz mediante el riego, técnicas de metalistería para la manufacturación de armas de cobre (doboko) y de campanas de bronce (dotaku), y elaboración de objetos de cerámica modelados con el torno y cocidos en el horno.
Cerámica y otras artes mayas
De la misma manera que los muralistas mayas expresaron escenas mitológicas y cortesanas en sus composiciones, los ceramistas evidenciaron diversos trazos asociados con asuntos semejantes. La cerámica polícroma —asociada con el mundo funerario— fue la más extendida. La técnica era parecida a la de los murales aunque jugaron igualmente con las oportunidades expresivas que les brindaban el engobe y el pulimento. Suelen ser cilindros, platos y fuentes de diferentes dimensiones donde la pintura cubría casi la totalidad de la superficie. Los perfiles de los dibujos se realizaban en negro sobre un fondo monocromo, crema o anaranjado. El otro estilo, del que se preservan muy pocos, denominado códice, recuerda la técnica empleada por los escribas mayas sobre las tiras de papel vegetal estucadas y pintadas. Las figuras antropomorfas consiguieron igualmente una gran popularidad y perfección. Las denominadas figuritas de la isla de Jaina (Campeche) incluyen una variada muestra de tipos físicos diferentes. A esta lejana isla llegaban para enterrarse personajes ilustres de muy diferente origen, y los artesanos de la necrópolis organizaban los ajuares que habían de ir junto a éls en su viaje al mundo de los muertos (Xibalbá).
Arte chino en el siglo XX
Debido a una serie de conflictos de muy diferente naturaleza, en 1911 fue derruida la dinastía Qing. Con la fundación de la República de China bajo el mando de Sun Yat-sen se inició un proceso de modernización del país y de integración de ideas occidentales, que lógicamente afectó igualmente al arte. Muchos pintores salieron a estudiar al extranjero, primero a Japón y por último a Europa, especialmente a París. Al retornar a China eran portadores de nuevas ideas, como atrevidas gamas de colores y otras características de la pintura europea en cuanto a pincelada, perspectiva y tendencia a la abstracción. Las artes decorativas, sin embargo, fueron menos receptivas a la influencia exterior, por lo que los estilos convencionales se siguieron cultivando.
Arte chino en la dinastía Qing
Los últimos años de la dinastía Ming estuvieron establecidos por grandes disputas políticas internas. Esta situación era observada por la vecina Dongbei Pingyuan (Manchuria), que aprovechándose de las rebeliones, se hizo con el poder en 1644 y se mantuvo hasta 1911. Deseosos de aparecido las tradiciones de las dinastías previas, los mandatarios Qing abrazaron todos los trazos de la cultura china.
Arte chino en la dinastía Shang
La civilización Shang (1766-1122 a.C.) nació de manera directa de la revolución neolítica (4000-2000 a.C.), una fase de gran relevancia en la antigua historia de China. En este periodo, con el comienzo de la agricultura y de la domesticación de animales, florecieron los primeros asentamientos. Este nuevo método de vida dio origen a los ritos funerarios más antiguos que se conocen. Los objetos de uso ordinario eran enterrados con el difunto, y gracias a ello han acudido hasta nosotros en buen estado de conservación. Las sepulturas neolíticas han revelado una gran diversidad de cerámica, especialmente vasijas pintadas que eran seguramente urnas funerarias y copas de arcilla negra pulida, desarrolladas al torno, empleadas en algún ritual. Igualmente se han encontrado herramientas de jade y de piedra, y es probable que los chinos de la fase neolítica tuvieran conocimientos de metalurgia.
Arte chino
Arte chino, agrupación de expresiones artísticas que se realizaron en China desde la edad de piedra hasta el siglo XX, periodo durante el cual tuvieron lugar los notorios sucesos de la civilización más antigua del mundo. El principio básico de todos los trazos de la cultura china es el equilibrio armónico y, así, su arte es una sutil amalgama de tradiciones e innovaciones, de ideas autóctonas y foráneas, y de imágenes profanas y religiosas.
Los emperadores chinos fueron los primeros y los más asiduos mecenas artísticos. Muchos artistas y arquitectos eran empleados públicos que trabajaban por requerido real. En contraste, los artistas aficionados, que en muchos casos eran empleados públicos retirados o exiliados, podían trabajar sin las limitaciones que imponía la corte y su obra evidencia un fuerte individualismo, distanciado de los estilos imperiales. La subida al cetro o el derrocamiento de las desemejantes casas reales afectó hondamente al desarrollo del arte en China aunque, si bien las nuevas dinastías expresaban inclinaciones diferentes, todas ellas compartían el mismo interés por conservar la tradición. Los mandatarios, especialmente los que establecían una nueva dinastía, ansiaban consolidarse ante los ojos de sus vasallos y la manera normal de conquistar su amparo era continuar con las realizaciones artísticas de las dinastías previos. La corte frenaba igualmente las nuevas corrientes provenientes de India o de Oriente Próximo, y cualquier idea restauradora en materia de arte, religión o filosofía era incorporada con cuidado a la conspiración ya existente de la vida china.
Diferencias regionales en el arte africano
A pesar de que las distinciones son muy amplias, las culturas africanas subsaharianas pueden agruparse geográficamente atendiendo a su clima, topografía y organización social. Algunas de estas culturas han sin rastro, quedando sólo sus expresiones artísticas; otras han sobrevivido, con lo que su tradición artística despliega.
La ópera en el periodo del romanticismo
Francia, Alemania e Italia realizaron unos estilos operísticos característicos durante el siglo XIX. Estas obras evidenciaban el movimiento galán y sus ideales estéticos. París fue el lugar de nacimiento de la grand opéra, una espectacular amalgama de representación escénica, acción, ballet y música, gran parte de ella escrita por compositores extranjeros que se arraigaron en Francia. Entre los primeros ejemplos encontramos La vestale (1807), de Gasparo Spontini, y Lodoiska (1791), de Luigi Cherubini, ambos italianos, y La muette de Portici (1828), de Daniel François Esprit Auber. Este estilo terminó con las monumentales obras del compositor berlinés Giacomo Meyerbeer, como Robert le diable (1831) y Los hugonotes (1836). La ópera legítimamente francesa Los troyanos (1856-1859), de Hector Berlioz, con una puesta en escena de los relatos del conflicto bélico de Troya y de Dino y Eneas, fue apartada durante mucho tiempo en su propio país. Lo cierto es que, no se representó en su concepción monumental de manera integral mientras el compositor estuvo vivo. Fausto (1859), de Charles Gounod, inspirada en el poema del autor germánico Johann Wolfgang von Goethe, fue una de las óperas francesas más conocidos a mediados del siglo XIX.
Fotografía documental en el reportaje fotográfico
Toda la fotografía es, en cierto modo, un reportaje, puesto que capta la imagen que perciben el objetivo de la cámara y el ojo humano. Los primeros investigadores se limitaron a registrar lo que veían, sin embargo en la década de 1960 se dividieron entre aquellos fotógrafos que seguían usando su cámara para aprehender imágenes sin ninguna tentativa y los que decidieron que la fotografía era una nueva forma de arte visual. La fotografía combina el uso de la imagen como documento y como revelación; subgénero que se conoce con el nombre de fotografía social.