En teoría, la primera teleportación de partículas se produjo en 1993 y se celebró por primera vez en 1997, en los Estados Unidos. En ese momento, ocurrió el teletransporte de fotones (partículas de luz) de un punto a otro.
Consiguieron teletransportar una partícula de materia gracias a un enredo en una conexión instantánea entre dos partículas distanciadas. En este proceso, cuando una partícula es manipulada en determinado punto, la otra teletransportada también sufre alteración debido a la manipulación de la primera.
Albert Einstein no aceptó la idea de telepatía entre partículas, consideraba que se tratara de una acción fantasma a distancia. Los actuales experimentos reflejan que el teletransporte es posible, a pesar de que no llegue al nivel ficticio de las películas de la serie Star Trek.
La dificultad se encuentra todavía en manipular partículas sin perder la información que se transmite. La investigación ha sido desarrollada arduamente por investigadores estadounidenses de la Universidad de Maryland y publicada en la revista Science.
La técnica ya había funcionado en el teletransporte de luz; en 2009, lograron teletransportar materia entre dos lugares. La materia era un ion de un metal de iterbio, que había sido desplazado en un metro de distancia.