La teledetección consiste en cualquier técnica de representación de un área particular de manera indirecta, es decir, mediada por un instrumento de registro. La teledetección facilita la producción y el estudio de los mapas.
Técnicamente, la teledetección se corresponde a toda y cualquier captación o registro de imágenes e informaciones sobre el extracto superficial terrestre a partir de alguna herramienta que actúa como mediadora en ese proceso. Actualmente, el término es más comúnmente empleado para la producción y lectura de mapas digitales y aerofotográficos, representando un estudio realizado de forma remota, es decir, sin el contacto directo con el área estudiada.
En los tiempos actuales, la teledetección está muy asociado con el empleo de imágenes de satélite, proporcionando en muchos casos, vistas reales y directas de cualquier lugar Tierra desde el exterior, ayudando a mapear y facilitando los estudios de áreas de difícil acceso. Un ejemplo es el monitoreo de la deforestación en la selva tropical del Amazonas a través del uso de la teledetección para identificar los principales frentes de la agricultura y la expansión extractiva de la región natural.
El desarrollo de las primeras técnicas de teledetección hace referencia a la utilización para fines militares. Con la invención de la máquina fotográfica, se han desarrollado métodos para unir las cámaras en las aves, en su mayoría palomas, que sobrevuelan las regiones y automáticamente hacen los registros correspondientes, que luego podrían ser adaptados. Más tarde, el avión comenzó a ser utilizado no sólo como instrumento de guerra, sino también para mapear y reconocer el territorio o la base del enemigo.
Al igual que otros tipos de tecnología, la teledetección se ha transpuesto del contexto militar para el uso científico y social, lo que constituye la base para la consolidación de los Sistemas de Información Geográfica (GIS). El producto más grande y mejor desarrollado de estos avances ha sido la mejora en la preparación de los métodos de mapas temáticos con informaciones estructurales, químicas, físicas y biológicas sistematizadas en formas de representaciones cartográficas.
Además de la cartografía, otras áreas del conocimiento también se han beneficiado directamente de los avances promovidos por la teledetección, incluyendo la propia geografía. Se hizo posible, por ejemplo, controlar el desarrollo de cuadros de una determinada localidad o área geográfica con el tiempo, como el crecimiento de una zona urbana o la expansión de una frontera agrícola. La meteorología – y consecuentemente, la climatología – amplió sus estudios y desarrolló técnicas más detalladas, completas y precisas de previsión, descripción y análisis del tiempo atmosférico. Geología, Urbanismo, Economía y Geopolítica son campos que también encontraron avances importantes gracias a la teledetección.
