Los tejidos de sostén que pueden ser vivos (colénquima) o muertos (esclerénquima) que refuerzan la estructura de las células vegetales, confiriendo rigidez a los troncos de árboles y resistencia a los procesos mecánicos.
El colénquima es un tejido vivo que se origina en el meristemo fundamental. Sus células contienen cloroplastos, que realizan la fotosíntesis. Su principal característica es el engrosamiento irregular de las paredes celulares, zonas bien engrosadas. También podemos citar la gran resistencia a la ruptura, dando la posibilidad de dar a la planta sostenibilidad y flexibilidad al mismo tiempo.
A diferencia del colénquima, el esclerénquima es formado por tejidos muertos cuando está completamente desarrollados, además de tener paredes bastantes espesas y reforzadas por la lignina. El esclerénquima es importante para la planta, pues en la fase adulta, las células vegetales deben asumir una forma definitiva.
