El tacto es uno de los cinco sentidos, y es a través de él que podemos percibir texturas, la temperatura y las sensaciones de dolor.
A diferencia de otros sentidos, que se concentran en un solo cuerpo, la sensación puede ser percibida a través de todo el cuerpo humano, ya que su cuerpo principal es la piel. Las sensaciones permitidas por el tacto están mayoritariamente asociadas al toque con las manos, pero en realidad las sensaciones pueden ser percibidas siempre que haya contacto con la piel, con independencia de la parte del cuerpo que ella revista, con un cuerpo físico.
El tacto puede verse afectado por la lepra, lesiones de la médula espinal y la tiña.
Piel
Además de ser el principal órgano del sentido del tacto, la piel también es el órgano más grande del cuerpo humano. Se compone de dos capas que se unen entre sí: la epidermis, que es la capa exterior y la dermis, que es la capa interior.
Toda la superficie de la piel está cubierta por terminaciones nerviosas. Estas terminaciones son responsables de la captura de las sensaciones para transmitirlas a los nervios. Sin embargo, la mayoría de estas terminaciones capta un sentido específico:
- Receptores de Meissner: sensibilidad al tacto suave;
- Discos de Merkel: sensibilidad táctil y de presión;
- Receptores de Krause: receptores térmicos de frío;
- Receptores de Ruffini: receptores térmicos de calor;
- Receptores Vater Pacini: captan estímulos vibratorias;
- Terminación nerviosa libre: sensibilidad a estímulos mecánicos, térmicos y dolorosos.
Tras la recepción de las sensaciones, estos receptores transmiten la información táctil al cerebro que los interpreta interpretando así nuestra percepción de textura, temperatura o dolor.
El tacto y el alfabeto Braille
El alfabeto Braille fue desarrollado para permitir la experiencia de la lectura por parte de los discapacitados visuales a través del tacto. Este es un sistema de escritura, donde cada conjunto de puntos en relieve representa un carácter alfabético. Estos caracteres pueden ser decodificados con las yemas de los dedos, lo cual sólo es posible mediante el sentido del tacto.
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