Los materiales se clasifican conforme al número de componentes, sustancias y mezclas de sustancias:
Las sustancias están formadas por un único componente;
Las mezclas de sustancias están formadas por dos o más componentes.
Las mezclas de sustancias se pueden clasificar como mezclas homogéneas, heterogéneas o coloidales:
Mezclas homogéneas – son aquellas mezclas en las que no es posible distinguir sus componentes; tienen la misma apariencia en toda su extensión. Por ejemplo: agua, vidrio, aire.
Mezclas heterogéneas – son aquellas en que es posible distinguir todos o algunos de sus componentes; su aspecto no es el mismo a lo largo de su extensión. Por ejemplo: arena, pizza, arroz.
Mezclas coloidales o coloides – son mezclas que parecen ser homogéneas cuando se observan macroscópicamente, pero cuando se observan bajo el microscopio ya no tiene un aspecto uniforme. Por ejemplo, la mayonesa, leche, mantequilla, queso, yogur, gelatina, helado, claras de huevo, pasta de dientes, cremas y espumas, sangre y pinturas.
El término ‘puro’ tiene un significado diferente en la Química y en el día a día: en Química, un material ‘puro’ es una sustancia; en el uso cotidiano, un material ‘puro’ es un material que no contiene impurezas indeseables o que no ha sido manipulado, es decir, mezclado con otros componentes.
SOLUCIONES
Una solución es una mezcla homogénea que comprende un disolvente y uno o más solutos disueltos en ella.
Si el soluto y el solvente se encuentran:
- 1) En diferentes estados físicos, el solvente tiene el mismo estado físico de la solución;
- 2) En el mismo estado físico, el disolvente se encuentra en mayor cantidad en la solución.
Las soluciones pueden ser sólidas, líquidas o gaseosas.
De dos soluciones con el mismo soluto y el mismo solvente, la solución más concentrada es aquella que tiene:
- 1) Mayor cantidad de soluto en el mismo volumen de solución;
- 2) Misma cantidad de soluto en un menor volumen de solución.
La concentración másica, c, de una solución nos da la composición cuantitativa de la solución y se calcula dividiendo la masa de soluto, m, por el volumen de solución, V. Veamos la siguiente ecuación:
c (solución) = m (soluto) / V (solución)