Las sustancias naturales se pueden clasificar en orgánicos e inorgánicos. Las sustancias orgánicas se forman a partir de los arreglos del elemento químico carbono. El carbono es, por esta razón, la base de todas las formas de vida como la conocemos.
Para los químicos antiguos, las sustancias orgánicas fueron derivadas de fuentes vegetales o animales y las sustancias inorgánicas serían aquellas de origen mineral.
Durante muchos años se creía que entre la química orgánica y la química inorgánica existía una barrera infranqueable. Esa barrera se rompió debido a la urea, que es una sustancia de origen animal que puede ser producida en el laboratorio. El hecho fue comprobado en el inicio del siglo XIX, cuando el químico alemán Friedrich Wöhler consiguió sintetizar la urea. El proceso llegó a ser conocido como síntesis de Wöhler y consiste en la producción de urea (producto orgánico) de sustancias inorgánicas (cianato de amonio).
Sustancias orgánicas naturales
Las moléculas orgánicas naturales son sintetizadas por los seres vivos y llamadas de biomoléculas. Los azúcares, las proteínas y los lípidos son compuestos orgánicos encontrados en tejido vivo. La glucosa, fructosa, sacarosa y lactosa, por ejemplo, son sustancias utilizadas por la industria en la fabricación de caramelos, chocolates, galletas o pasteles. Ellas son azúcares y también son empleadas por la industria farmacéutica.
Diariamente se consumen productos derivados de leche, un alimento esencialmente orgánico. La compañía de cosméticos también utiliza sustancias orgánicas de origen animal y vegetal en la fabricación de champús, aceites, lociones, cremas y jabones. Asimismo, en la composición de estos productos se introducen compuestos orgánicos sintéticos, como es el caso de aromatizantes pigmentos, detergentes, entre otros. Las refinerías de petróleo producen varios productos utilizados por el hombre en su vida diaria y que también alimentan otras industrias.
Sustancias inorgánicas naturales
Las sustancias inorgánicas son todas aquellas que no son orgánicas, como minerales, por ejemplo. El agua es una sustancia esencial para nuestras vidas. Está presente en los alimentos, en las células de nuestro cuerpo, en otros animales y en vegetales.
La sal de cocina (o cloruro sódico) es una sustancia inorgánica presente en nuestras vidas diarias. Extraída de la naturaleza, la sal es parte de nuestra dieta y si se consume moderadamente contribuye al mantenimiento de nuestra salud.
Metales – obtenidos a partir de los minerales – tales como hierro, cobre y aluminio se utilizan en la producción de placas, barras y artículos para el hogar.
