La mayor preocupación de los ecologistas se refiere al aumento alarmante en el índice de CO2 (gas carbónico) en la atmósfera. Este gas es responsable del calentamiento global (efecto invernadero). Presentamos aquí la aplicación de los elementos químicos como alternativa para disminuir la tasa de dióxido de carbono.
Azufre (S) en la estratosfera
El gas de dióxido de carbono (CO2) es un factor agravante del calentamiento solar. El CO2 absorbe la radiación infrarroja y la emite en la superficie de la Tierra, esta entonces además de recibir la energía procedente del sol todavía recibe esta cuota de energía extra.
Esta propuesta consiste en difundir azufre en la estratosfera e inducir la formación de dióxido de azufre (SO2): este compuesto tendría la capacidad de reflejar los rayos incidentes del sol, desviando su curso y evitando que llegasen a la Tierra. Eso causaría una disminución significativa en el calentamiento global.
Si este método funcionase, el dióxido de azufre actuaría como una cubierta protectora de la radiación perjudicial.
Hierro (Fe) en el fondo del mar
Las algas presentes en el fondo del océano son eficientes cuando se trata de absorber dióxido de carbono. Un aumento en la población de plancton (que son las pequeñas algas) sería una alternativa interesante para la reducción del CO2 atmosférico, ¿qué hacer entonces?
Los estudios demuestran que los mares con alta concentración de hierro presentan más plancton. La idea de la fertilización de los océanos con hierro es multiplicar esta población de algas para que se vuelvan verdaderos limpiadores de nuestra atmósfera.
A través de las alternativas propuestas podemos percibir que los elementos Hierro y Azufre son soluciones para la mejoría del planeta, y frente a tantas amenazas ambientales, toda idea es bienvenida.
