Los espartanos quedaron conocidos en la historia principalmente por su formación militar y agresividad en el campo de batalla. Esparta tenía dos reyes un consejo formado por 28 ancianos. En su sociedad pocos tenían reconocidos sus derechos básicos y su estructura era dividida en tres capas: Espartiatas, Periecos e Ilotas.
- Espartiatas: a esta clase pertenecían los hijos de madres y padres espartanos. De todas las clases esta es la única en la cual los individuos tenían derechos políticos.
- Periecos: a esta clase pertenecían los artesanos y agricultores. No poseían derechos políticos pero eran libres dentro de su propio grupo social. Conseguían algunas ganancias económicas y tenían obligación de tributos a Esparta.
- Ilotas: conocida como clase esclava oriunda de las conquistas espartanas. Trabajaban en el campo teniendo que pasar al Estado la mitad de sus recolectas. A veces intentaban rebelarse contra sus gobernantes. Anualmente eran prácticamente cazados bajo la óptica de una posible traición y los espartanos competían para ver quienes mataban mayor número de ilotas.
La división de clases era muy rígida, así que era imposible la migración. Salvo que fueran descendientes directos, en caso de guerra debían unirse al ejército. En raros casos existían ciudadanos que no encajasen en alguna de esas divisiones mencionadas. Este es el caso de los niños nacidos de una mezcla de ciudadanos de esferas diferentes. Las mujeres también pueden ser consideradas un caso excepcional, pues con independencia de su situación no tenían derecho para asumir cargos públicos o votar.
Relación Esparta-Atenas
Atenas y Esparta, a pesar de su proximidad geográfica, poseían estilos de vida muy diferentes. Ente sus similitudes, ambos tenían una asamblea elegida por el pueblo. Mientas Atenas cambiaba a su principal gobernante anualmente, los dos reyes espartanos quedaban en el poder hasta su muerte, es decir, puestos vitalicios.
La sociedad espartana era simple y centrada en la obediencia y en el entrenamiento militar. Para eso la esclavitud era una herramienta que posibilitaba la preparación de los hombres para la guerra y la formación de las mujeres para ser madres de guerreros. Las tareas domésticas quedaban para los menos privilegiados. Atenas se establecía en un escenario más creativo y libre donde sus ciudadanos podían dedicarse a las ciencias y las artes.