Marcada por una serie de consideraciones imparciales, la Edad Media comprende el período desde la caída del Imperio Romano, hasta la aparición del Renacimiento. Lejos de la llamada edad oscura, este período histórico cuenta con una diversidad que no se encierra en el predominio de las concepciones religiosas en detrimento de la búsqueda por el conocimiento. Es durante la época medieval que se establece la compleja fusión de valores culturales romanos y germánicos. Al mismo tiempo, es en ese periodo que vemos la formación del Imperio Bizantino, de la expansión de los árabes y el surgimiento de las primeras universidades.
Introducción
La Edad Media comenzó en Europa con las invasiones germánicas (bárbaras), en el siglo V, sobre el Imperio Romano Occidental. Esta temporada se extiende hasta el siglo XV, con la reanudación del comercio y del renacimiento urbano. La Edad Media se caracteriza por una economía ruralizada, debilitamiento comercial, supremacía de la Iglesia Católica, sistema de producción feudal y sociedad jerarquizada.
Estructura política
Prevaleció en la Edad Media las relaciones de vasallaje y soberanía. El soberano fue quién dio una parcela de tierra para el vasallo, y éste debía prestar fidelidad y ayudar a su soberano sirviendo a su voluntad. El vasallo ofreció a la fidelidad del señor o soberano y trabajo a cambio de protección y un lugar en el sistema de producción. Las redes de vasallaje abarcaron varias regiones, siendo el rey el soberano más poderoso.
Todos los poderes jurídico, económico y político se concentraban en manos de los señores feudales, propietarios de parcelas de tierras (feudos).
Sociedad medieval
La sociedad estaba jerarquizada y estática, es decir, la condición social era fijada por nacimiento. La nobleza feudal (señores feudales, caballeros, condes, duques, vizcondes) era detentora de las tierras y recaudaba impuestos de los campesinos trabajadores. El clero (miembros de la Iglesia Católica) tenía un gran poder, pues era responsable por la protección espiritual de la sociedad. Era exento de impuestos y recaudaba el diezmo. La tercera capa de la sociedad era formada por los siervos (campesinos) y pequeños artesanos. Los siervos debían pagar varias tasas y tributos a los señores feudales, tales como: corvea (trabajo gratuito de 3-4 días en las tierras del señor feudal), talla (mitad de la producción), banalidades (tasas pagadas por el uso del molino y el horno del señor feudal).
Economía medieval
La economía feudal se basaba principalmente en la agricultura. Había monedas en la Edad Media, pero fueron poco utilizadas. El intercambio de productos y bienes eran comunes en la economía feudal.
El feudo fue la base económica de este periodo, ya que la tierra tuvo más poder que cualquier otra posesión. La artesanía también era practicada en la Edad Media. La producción era baja, pues las técnicas de trabajo agrícola eran extremadamente rudimentarias. El arado empujado por bueyes era muy extendido en la agricultura.
Religión en la Edad Media
En la Edad Media, la iglesia católica dominó al escenario religioso. Dueño del poder espiritual, la Iglesia influyó la manera de pensar, la psicología y las formas de comportamiento en la Edad Media. La iglesia también tenía gran poder económico, porque poseía tierras en grandes cantidades y siervos incluso trabajando en ellas.
Los monjes vivían en monasterios y fueron los encargados de la protección espiritual de la sociedad. Dedicaron mucho tiempo a la oración y copia de obras de texto y la Biblia.
Educación, cultura y arte medieval
La educación era para unos pocos, pues sólo los hijos de los nobles tenían acceso a ella. Esto estuvo marcado por la influencia de la iglesia, con enseñanzas del latín, religiones, doctrinas y tácticas e guerra. Gran parte de la población medieval era analfabeta y no tenía acceso alguno a libros.
El arte medieval fue también fuertemente marcada por la religiosidad de la época. Las pinturas representan pasajes de la Biblia y las enseñanzas religiosas como una forma de educar a las personas desprovistas de toda educación. Por tanto, las pinturas medievales y las vidrieras de las iglesias sirvieron como instrumento de enseñanza espiritual.
Podemos decir que, en general, la cultura medieval fue fuertemente influenciada por la religión. En la arquitectura destaca la construcción de castillos, iglesias y catedrales.
Las cruzadas
En el siglo XI, dentro del contexto histórico de la expansión de los árabes, los musulmanes conquistaron la ciudad sagrada de Jerusalén. Ante esta situación, el Papa Urbano II convocó la primera cruzada (1096), con el objetivo de expulsar a los señalados como infieles (árabes) de Tierra Santa. Estas batallas, entre católicos y musulmanes, duraron cerca de dos siglos, dejando miles de muertos y una estela de destrucción. Al mismo tiempo cuando las guerras fueron marcadas por las diferencias religiosas, también tuvo un marcado carácter económico.
Muchos caballeros cruzados, para volver a Europa, saquearon pueblos árabes y vendieron productos en los caminos, las denominadas ferias y rutas comerciales. De alguna manera, las cruzadas contribuyeron al renacimiento urbano y comercial desde el siglo XIII. Después de las Cruzadas, el mar Mediterráneo abrió sus puertas a los contactos comerciales.
Las guerras medievales
La guerra en la Edad Media fue una de las principales formas de detentar el poder. Los señores feudales se involucraron en guerras por el afán de obtener mayores riquezas. Los caballeros formaron la base de los ejércitos medievales. Valientes, leales y dotados con escudos, cascos y espadas, representaron lo que había más de noble en la época medieval.
Peste negra o peste bubónica
A mediados del siglo XIV, una enfermedad mermó a la población europea. Los historiadores estiman que cerca de un tercio de la población murió por esta enfermedad. La peste negra era transmitida a través de la picadura de pulgas de ratas enfermas. Estas ratas llegaron a Europa en las bodegas de los buques mercantes llegados de Oriente. Como las ciudades medievales no disponían de la higienización apropiada, los ratones se distribuyeron rápidamente. Después del contacto con la enfermedad, la persona tenía pocos días de vida. Fiebre, malestar, burbujas de sangre y pus eran los síntomas extendidos por el cuerpo de los enfermos, sobre todo en la ingle y las axilas.
Dado el escaso conocimiento médico de entonces y el escepticismo religioso a experimentar, la muerte era ineludible. Para complicar todavía más la situación, muchos atribuían a la enfermedad a factores comportamentales, ambientales o religiosos.
Las revueltas campesinas: las jacqueries
Después de la devastación de la peste negra, la población europea ha disminuido mucho. Muchos señores feudales decidieron aumentar los impuestos, honorarios y deberes de los sirvientes. Muchos tuvieron que trabajar horas extras para compensar el trabajo de aquellos que murieron en la epidemia. En muchas partes de Inglaterra y Francia fueron alzadas revueltas campesinas contra la explotación extenuante de los señores feudales. Contrarrestada con violencia por los nobles, muchas revueltas (conocidas como jacqueries) fueron mitigadas y otras lograron sus propósitos, reduciendo la explotación y trayendo nuevos derechos a los campesinos.