Algas verdes © Michael Clarke
El Reino Protista (también llamado Protoctista), como es bien sabido por muchos, es un grupo polifilético, es decir, un grupo cuyos representantes no tienen ancestros comunes; albergando a los organismos eucariotas que no poseen, todavía, una clasificación bien definida. Una vez considerados como seres vivos pertenecientes al Reino Plantae, las algas suelen ser clasificadas, en la actualidad, como integrantes del Reino Protista.
Las algas son organismos que viven en ambientes acuáticos o húmedos. Pueden ser unicelulares o multicelulares (filamentosas), generalmente con una pared celular que contiene celulosa. Además, poseen cloroplastos, lo que permite la realización de la fotosíntesis (es decir: son organismos autótrofos) y también proporcionando colores características, de acuerdo con los pigmentos presentes en su interior, además de la clorofila a.
Tales organismos se reproducen por división binaria, en el caso de especies unicelulares; fragmentación; asexual, que consiste en la formación de células flageladas (zoosporas) que, al fijarse al sustrato, forman una nueva alga; y por reproducción sexual.
El estudio de las algas se llama ficología. Se clasifican principalmente en función de los pigmentos que poseen y las sustancias que almacenan.
Las algas unicelulares pertenecen a los filos Bacillariophyta, Chrysophyta, Dinophyta y Euglenophyta. Ya los filos que engloban representantes multicelulares son: Charophyta, Chlorophyta, Phaeophyta y Rhodophyta.
Muchas algas son económicamente importantes. Los dinoflagelados, por ejemplo, pueden proporcionar un daño incalculable si forman la famosa marea roja, más correctamente llamado algas nocivas. Otras son eficaces en el tratamiento de aguas residuales; y algunas especies mueven la economía por ser materia prima para la elaboración de alimentos, como el sushi, o de productos dirigidos a la investigación, como el agar, retirado de las rodofíceas. Sepa más sobre ese aspecto en el texto ‘Información sobre las algas’).
